30 enero 2009

Salta: fin del alto viaje.


Bien. Llegué a Salta. Última ciudad del recorrido. Después de mucho tiempo llegué a "La linda" . Diferente a la última vez que pasé por ahí. Una terminal de micros preciosa, entre el cerro San Bernardo y el Parque.
Muchísimo calor, pero contento bajé del micro y salí a la calle para buscar alojamiento barato. No hizo falta, el alojamiento vino hacia mí. Un muchacho que tenía mas o menos mi edad, me dió un folletito de "descuento" del hostel, que se encuentra a sólo dos cuadras del Parque. Buenísimo. pileta, jardín, desayuno y habitación a compartir por $25 si presentaba el folleto. En realidad cuesta treinta. No tenía intenciones de quedarme más de un día en esta ciudad pese a que la encontré apetecible para disfrutarla un par de días más.
Compartía la habitación con Ariel, un amante del arte que viajó a Francia, se quedó varios meses y se hizo amigo de Eric, un francés pseudoprofesional de la fotografía apasionado con los paisajes del norte argentino. Otros personajes a destacar son Erez, un israelí que viajó solo por Argentina, y sube a Bolivia, y una chica de Orán que se quedó en Salta unos días para el casting de Operación Triunfo.
No todas las veces tengo la oportunidad de practicar francés con un nativo, así que aproveché. Finalmente me quedé una noche más. Salta me lo pedía a gritos. Dos detalles para que tengan en cuenta: en los bares que están frente a la plaza 9 de julio, siempre hay mendigos molestando a los comensales. Más de lo normal. A cada rato, todo el tiempo. Varios de las mesas vecinas se sentían inseguros.
El segundo día lo aproveché para visitar el Convento de las Carmelitas, con su hermosa puerta de madera tallada. Bien cuidada. Luego, muy cerca de ahí, uno de los íconos de la ciudad: la iglesia de San Francisco, para después entrar a la catedral, la peatonal Alberdi, el punto de reunión de los floggers salteños. Jajaja.
En una de las calles céntricas, cuyo nombre no me acuerdo... había una oficina de Lan. Mi presupuesto podía permitirme ese lujo: me tentó volver en avión a Buenos Aires. Así lo hice al día siguiente. a las 5 de la tarde, hora del oeste, volé a Buenos Aires. La empresa, muy buena. Llegué puntual, después de 1 hora cuarenta de viaje y algunas turbulencias que me hicieron sufrir bastante.
Al llegar al aeroparque y tomar el 37 para ir a casa, ¡Oh sorpresa!aumentaron la tarifa del colectivo. Pfffff. ¡Que lindo volver a casa!

FIN

29 enero 2009

Viajando de Tarija a Salta: lamento boliviano

Era la medianoche y tenía que hacer tiempo hasta las 3 am. No había mucho para hacer, salvo ver la plaza principal desde alguno de los dos bares que estaban frente a ella. Dí mis últimas vueltas nocturnas por la ciudad y me senté en uno de los bares que da a la plaza. Tenía pensado sentarme en uno de los bancos de la plaza pero cerca de la medianoche comenzó a llover torrencialmente por un buen rato. Mmmmm... si cierra el bar, ¿adonde voy? En fin, no quedaría otra que ir a la terminal y dormir un rato en los bancos.

El primer (y quizás último) inconveniente del viaje.

Finalmente paró de llover asi que me senté en uno de los bancos de la plaza hasta las 2 y pico para luego ir caminando despacio a la terminal y buscar mis cosas. Estoy a 18 cuadras. Llegué 2.30AM. Había mucha gente durmiendo en la terminal. Comenzé a preocuparme porque veía la oficinita de "La Veloz de Tarija" que estaba enfrente de la terminal seguía cerrada y mis cosas supuestamente estaban guardadas adentro. El reloj de la terminal marcaba las 3 de la madrugada. Preocupado porque no llegaba nadie para abrir la oficinita, ni veía el taxi que me llevaría a Bermejo. Ya era sabido que los tiempos bolivianos eran otros, pero creo que en ese momento me olvidé de aquel pequeño detalle. No tenía a quien preguntarle. En las afueras de la terminal había otras combis de taxis que iban al mismo destino y me ofrecían a cada rato llevarme. Hablé con un policía que estaba en la esquina, le expliqué lo sucedido mostrándole varias veces el pasaje y muy gentilmente me indicó que debía ir a la administración de la policia de transito que se encuentra en el primer piso de la terminal. Me me dijo que espere hasta las 8.30 para hacer la denuncia por incumplimiento del servicio en ODECO, que vendría a ser una especie de mix entre la Liga de Defensa al Consumidor y la CNRT.
El taxi terminó llegando 3.30. Al preguntarle al taxista que había sucedido, me contestó que "le dijeron que tenía que llevar a las 3.30 para luego pasar a buscar a otros dos argentinos en el centro de la ciudad. Yo me lo quería comer crudo porque no le creí una sola palabra. Para mi que estaba medio tomado porque tardó bastante en contestarme. Comenzó a llamar a la secretaria que tiene las llaves de la oficina pero no contestaba. Al rato llamó a un compañero suyo que tenía una copia de la llave. Yo seguía preocupado porque no llegaría a tomarme el micro en Aguas Blancas con destino a Salta. Y más sabiendo que la mujer me había dicho que tenía una hora y media de tiempo para hacer los trámites y tomarme el otro micro. Además como se trata de Flechabus tengo sabido que sale puntual. Ademas... tenía que esperar que se llene el taxi para irnos. También eso contribuye a los tiempos bolivianos sean muy diferentes a los normales. Siempre esperar a que se llene el taxi para recien salir. El tiempo promedio no se decirlo, pero sería entre media hora (con suerte) a una hora. A las 4am llegaron dos argentinos diciendo que los tenían que pasar a buscar y nunca llegaron.
Seguía esperando a la supuesta secretaria que abriría la oficinita y el tiempo que corría. Vino otro tipo de otro taxi y la abrió. terminamos saliendo 4.40AM. Desde Tarija a Bermejo son 3 horas de viaje por la ruta nacional numero 1. Vale aclarar que está bien asfaltada.
En el camino levantó a dos mujeres. Una de ellas con un hijo que en cada doblada, me pegaba un manotazo. Casi nos llevamos por delante dos burros pese a que le dije que baje un poco la velocidad porque yo ya había pasado a la tarde por esa zona y había mucho ganado y animales sueltos. Ni bola...
No sé a que hora llegamos pero era de día. En el último tramo la ruta bordeaba el rio Bermejo, límite con Argentina en medio de un paisaje de selva tropical y sierras. La mina en la boletería de Tarija me dijo que hay una hora y media de tiempo para que haga los tramites de salida de Bolivia y reingreso a Argentina pero a través del puente, luego debía tomarme un taxi que por ARS2 me llevaría hasta Aguas Blancas, en Salta y desde allí tomarme el micro Flechabus para Salta Capital. Ya era casi sabido que el micro se fué hace rato.

El control aduanero en Bermejo - Aguas Blancas.
Llegué a ver el puente fronterizo pero el taxista pasó de largo. Paró unos metros antes en un puesto de la Policía Nacional para darles la lista de pasajeros. Fué algo rápido. Tenía entendido que me debían sellar el papel que dice que estoy en tránsito en el país. Pero ni me revisaron ni nada. Es mas... nisiquiera me bajé del taxi. Llegamos a Bermejo, la ciudad fronteriza. La más austral de Bolivia, que está frente a Aguas Blancas. Por Bs. 2 crucé por lancha al lado argentino.
Al llegar a la orilla, caminé unos metros rumbo a la aduana. Me atendió un colorado. Me hizo muchas preguntas, pero estaba tan dormido preocupado porque se me iba el micro e irritado que creo que le terminé contestando cualquier cosa en alguna de las preguntas. Quizás eso despertó alguna sospecha y llamó a una señora que estaba en otro mostrador para que me haga preguntas y muestre de nuevo mis mochilas. Después le hizo un gesto al colorado como para que vaya a un cuarto de atras del mostrador y me revise mejor. Me hizo sacarme las zapatillas... esas todas rotosas. No tenia problema que me revise, no tenia nada que ocultar. Me preguntó que llevaba bajo el jean... era el portavalores que llevaria cualquier viajero. Parece que desconocía ese tipo de elementos de viaje. Me dijo dos veces disculpá... le dije "no hay problema, es tu trabajo". Quiero aclarar que fueron muy educados los dos y me trataron bien. Ojala todos sean así.
Al llegar a la oficina de Flechabus, mostré mi boleto y me atendió un tipo (con fiaca y poca predisposición) era como despertar y hablarle a un santiagueño de su siesta. le dije que el taxi en Tarija se atrasó. Me dijo que ahora tengo que esperar hasta las 12.30. Le pedí el boleto para por lo menos reclamar y en algun momento puedan devolverme la plata. Me dijo que lo tiene que tener para su control. Le dije que como puedo reclamar si no tengo como demostrar que viajé... menos mal que sabia que iba a pasar esto y fotografié los boletos pero salieron poco nítidos. No creo poder hacer nada pero ya esta por publicarse en estos dias en el diario local de Tarija lo sucedido, al igual que el diario de la zona de Aguas Blancas.
Me clavé hasta las 12 30 con mucha bronca y mirando al que me atendió queriendolo comer crudo. Hablando de futbol con sus vecinos (ver foto). Otra señora con tres chicos estaba esperando el mismo micro, pero sin saber si se lo iba a poder tomar ya que le dijeron que había problemas con la disponibilidad de las unidades.
Viaje a Salta.
¡Finalmente el micro llegó. ! Ahhh!. que diferencia con Bolivia: Aire acondicionado, galletitas pepas, y el micro en buen estado. El viaje duraría 5 horas. A los 20 minutos, un puesto de gendarmería donde se tenían que pasar los bolsos por un scanner. Quería ver el paisaje de lo que quedó de la selva depredada por los campos de soja y maíz. El viaje fué tranquilo. Creo que llegó a parar en todos los pueblos que bordeaban la 34.. Me bajé en Oran... ¿para que? jajajaja, hace mucho tiempo que no sentía tanto calor como en ese momento. Ufffff... El micro llegó a las 17 30. Paré en un hostel a tres cuadras de la terminal. Desde el 95 que no visitaba Salta.
Tenía pensado quedarme sólo una noche y al otro día volver a Buenos Aires. Pero cambié de opinion. A Salta la vi más linda de lo que me imaginé, y la onda de la gente del hostel, me convencieron para quedarme otra noche.
Así conocí a Eric, un francés amigo de Ariel, que recorren Salta para sacar fotos. Albi... una chica de Oran que vino al casting de Operación Triunfo de caradura nomás, y Erez; un israelí que parecía siempre estar bajo el efecto de la marihuana (después descubrí que era su manera de hablar) que está recorriendo Sudamerica, solo.

28 enero 2009

La mente puesta en el regreso: último dia en Bolivia en tierra chapaca

No me podía despedir de la Andalucía de América sin visitar alguno de sus viñedos y recorrer un poco más los alrededores y su hermosa campiña.

Comencé por visitar la represa de San Jacinto, la reserva hidroeléctrica más importante del país a 6km de la ciudad. Un minibús local en el centro me llevaría por Bs.2.50. Como era de imaginarse, en la semana no hay gente que practique deportes acuáticos. Ese lugar explota los fines de semana. Del otro lado hay varios puestos precarios de comida y otros están dedicados a recorridos por el embalse. Tomé un par de fotos y volví a la ciudad para conocer el Valle de la Concepción. La zona de mayor concentración de viñedos y su pintoresco pueblo. Hice otro recorrido por la ciudad y me dirigí a la parada de taxis que por Bs.5 me llevaría al Valle. Son 25km y por supuesto hay que esperar que se llene para partir. En el folleto que me dieron en la Oficina de turismo hay varios viñedos pero una señora que viajaba conmigo en el taxi me sugirió uno llamado "La Casa Vieja". Al salir de la ciudad ya se podían divisar algunos viñedos y el cruce del rio Guadalquivir completaba el paisaje.
Llegada al Valle de la Concepción

Un pueblo humilde pero pintoresco. Entre todas esas casas se destacaba una casa muy lujosa donde el taxista que apenas podía entender su castellano cerrado me comentaba que ahi vive un estadounidense jubilado que se dedica a la importanción de articulos para trabajos en los gasoductos de la zona.
Al enterarse que mi acento no era del lugar, empezó a darme charla. Me costaba muchísimo entenderle pero asentía como siguiendo su conversación.
La Casa Vieja está en el fondo de un camino de tierra. Por lo poco que le entendí al taxista, me dijo que podía esperarme unos diez minutos para sacar unas fotos, hacer una pequeña visita a la producción y volver a Tarija, o que el mismo que "conocía la producción" podía entrar conmigo al viñedo y explicarme el proceso (chamullero).

Al entrar a la casa, nos atendió una chica muy simpática y me invitó a probar los tipos de vinos que se producían en el lugar. No soy experto en vinos pero accedí a probarlos: el blanco, el áspero, el tinto áspero, el cholero (uno de los más fuertes) y los tintos y secos. Sé que he probado más pero no me acuerdo bien los nombres. Con lo poco que le entendía al taxista, creo que me insistía en que sigamos degustando de una jarra. Conosco el nivel de cultura alcohólica que tienen en Bolivia. La idea no era buena y le dije que nos vayamos antes que se baje toda la jarra que miraba con tanto cariño y después tengamos un accidente. Aparte de que no soy un amante de los vinos. La chica al mirar la situación comenzó a reirse y me saqué las últimas fotos. Al volver con este tipo a la ciudad, comenzó a hablarme mucho y a pedirme por favor que si conocía a alguien en Argentina que sepa de buscar gas, y minerales le avise. Su castellano era casi inentendible y muy básico. Trataba de leer sus labios, porque sé que me estaba contando algunas cosas de Tarija, los problemas que tenían, y acerca de un grupo de gente que querían que el departamento vuelva a pertenecer a Argentina. En fin, el tema es que me dejó en la plaza principal. Y llegó la hora de esperar hasta las 3AM para tomarme el taxi a Bermejo, frontera con Argentina y de ahi, el micro a Salta.

27 enero 2009

Tarija, la Andalucía de América

Llegué a Tarija a la mañana. Es un día soleado y tenía que buscar alojamiento. En la terminal hay un puesto de información turística. El tipo me dió un mapa y todas las indicaciones que precisaba: alojamiento barato y por donde podía pasear. ¡Ya tenía casi todo resuelto!. El alojamiento barato se concentra en los alrededores de la terminal, así que me en uno de esos. La onda de la recepcionista... ni hablar. Dejémoslo ahí. Las primeras impresiones de Tarija son muy positivas: calles arboladas, casas chalet pintorescas, gente amable y sencilla, una ciudad muy bien cuidada.
¿porqué "la Andalucía de America"? Así le dicen a Tarija: a orillas del rio Guadalquivir, clima seco, rodeada de viñedos, casas de arquitectura colonial española, y mujeres morenas. Es como estar en el sur de España.
Es increíble pensar que entre tanta pobreza, haya también tanta riqueza. Estamos hablando de uno de los departamentos más ricos de toda Bolivia. En toda la ciudad se puede ver la opulencia volcada en las 4x4 y autos último modelos importados de Japón, entre otras cosas. A la tarde me dediqué a recorrer el centro que dista a unas 18 cuadras del hostel. La ciudad en su mayoría es una cuadrícula, por lo tanto es difícil perderse. Almorcé en un restaurant llamado Búfalo o algo así. Excelente la atención y la ambientación. Está enfrente de la plaza principal. Le pedí una pizza de jamón y ananá y me trajo varios condimentos picantes. Una delicia.
Después del almuerzo caminé por el centro y encontré otra oficina de turismo. Quería conocer los alrededores y me dieron varias opciones. Me llamó la atención "La Casa Dorada", que es un palacete a dos cuadras de la Oficina de Turismo. Me dijeron que tiene un museo con objetos antiguos, pero no pude entrar porque está en refacción.
Caminar por el centro de esta ciudad es un verdadero placer. Da la sensación que la gente está siempre contenta, y la belleza de las mujeres en esta ciudad la asocio al de esas típicas protagonistas de novela colombiana o venezolana. Hay varios lugares en los alrededores que quería visitar antes que termine el día como Valle de la Concepción con sus viñedos, la Represa de San Jacinto, donde se pueden practicar deportes náuticos, Tomatitas, Entre Rios, o La Angostura, donde confluyen dos ríos y se puede contemplar una vista panorámica de la campiña tarijeña.
En honor a mis compañeros de viaje (nos fascinaba entrar a los mercados de las ciudades) entré al mercado de la ciudad. Ocupa casi toda la cuadra, y tomé foto a un cartel que decía "entrada de emergencia". En otra entrada, había una telaraña de cables de una instalación eléctrica muy precaria. Recorrí la ciudad de punta a punta, pese a que me dijeron que no vaya al norte porque bajan los coyas a pedir dinero y a veces a robar. Resulta que se me fué el día y dejé el día siguiente para visitar los alrededores. Además estaba algo cansado por las 14 horas de viaje. Generalmente me cuesta bastante dormir en los micros, y más sabiendo que durante la madrugada pasaba por caminos de cornisa.
Mañana voy a visitar lo mejor de Tarija...

La fecha de regreso a la rutina ya está próxima...



Asi será... (pero la última tarea te la debo)

26 enero 2009

Chau Santa Cruz: viaje a Tarija.

Otro día caluroso en la ciudad. No acostumbro a levantarme tarde pero el dia me planchó mal y no era motivo de preocupación porque hoy dedicaría este dia solo para tomarme el micro a Tarija. Apenas me levantaba, iba al ciber y revisaba las noticias del país para ver si había algún corte de ruta o huelga de transportes. Todo bien.

Debía ir a una casa de cambio para cambiar un poco más de dinero, y de ahi a la terminal Bimodal (después me enteré que le decían bimodal porque muy cerca de ahí sale el tren al Pantanal) que como ya he comentado, está en el tercer anillo.


Jaquelin sale del trabajo 12.30hs, y me iba a acompañar hasta las 14.30hs porque tenía que volver a sus obligaciones. Ya era de tarde y las casas de cambio cerraban después del mediodía. En los alrededores de la plaza hay algunos "arbolitos" que están siempre dispuestos a cambiarle dinero a los colgados como yo. Me ofrecía a Bs. 1.95. ¡Bien!. Menos mal que tenía a una contadora (Jaquelin) que sabía detectar billetes falsos. En Bolivia circulan unos cuantos. Eso me dijo también un farmacéutico que revisó y recontrarevisó la veracidad de mi billete cuando fuí a comprar un shampoo y no me acuerdo que cosas más.


La despedida de Santa Cruz y el viaje.


Al llegar a la Terminal, enseguida empezamos a buscar el transporte que me llevaría a Tarija. El panorama era mas o menos parecido al resto de las terminales del país: gente en las boleterías gritando los destinos y desesperados por venderte un pasaje.


Había dos o tres empresas que ofrecían Tarija y los precios rondaban entre los Bs90 y Bs100. Todos salían entre las 17 y 18.30hs. Le pregunté a la mujer que me vendió el pasaje cuantas horas son y me dijo "18 horas". MMM ... no puede ser. Según el mapa rutero que me dieron en la FIT el año pasado, el camino es llano y pavimentado. Es más, Laura me había contado que buena parte de la ruta en Santa Cruz está en buen estado. ¿tan lejos es?. En fin, otra vez mi mente se resignaba a otra aventura en caminos de ripio, y cosas así. Jaquelín tenía que volverse a las 14.30hs y nos despedimos finalmente. Una mina genial, gracias por todo. Caminé por la terminal de una punta a la otra, idiotizado con la estructura del edificio y me llamó la atención que en el mismo lugar venden los pasajes en tren hasta la frontera con Brasil. El famoso "tren de la muerte". ¡Que tentador estaba viajar en uno de esos trenes!. Lastima que salen tres veces por semana. Otra vez será.


No sabía que hacer para hacer tiempo... tenía cuatro horas de sobra. Me dediqué a actualizar el blog, luego intenté salir de la terminal para caminar por los alrededores. Uffff... era tanto el calor que hacía que me metí de nuevo. Hace muchísimo tiempo que no sentía semejante temperatura en el ambiente.


Al llegar la hora de partir, me acordé de algo que me dijo Jaquelín en broma: "mira si te toca viajar en el fondo con una señora con muchos hijos". El último lugar disponible que tenían para venderme era el fondo. Pero ¿quienes viajarían al lado mío? Efectivamente, mi asiento estaba en el fondo del lado de la ventanilla derecha mirando adelante, al lado mío un señor, al lado de éste... una señora con un hijo de aproximadamente 8 años que viajó parado, y al lado de esta señora... Pufff otra señora pero con tres hijos pequeños. Estaba un poco fastidiado realmente: dentro del micro, pese a que estaba en buenas condiciones, hacía muchísimo calor, el micro tardaba en salir (como siempre pasó), y la señora esta con sus tres hermosos vástagos que la estaban volviendo loca. "¿18 horas viajando así?", pensé.


Creo que terminamos saliendo a las 19:30, una hora después de lo estipulado, pese a que la mujer que me vendió me dijo que tengo que estar "una hora antes". Creo que se llama "Expreso Tarija". No tengo porqué quejarme: el estado del micro era bueno, y parece que dentro de la política de la empresa tienen el objetivo de salir mas o menos a horario.


El sol estaba empezando a caer y el micro dejaba la ciudad lentamente ya que en los alrededores del aeropuerto había bastante transito. Paró un par de veces en dos localidades muy humildes de los alrededores de la ciudad. En esas ocaciones se subían las mujeres para vender pollo, frutas, y refrescos. El premio máximo se lo llevó un tipo bien vestido y de raza blanca que vendía cosas de esas que se venden por Sprayette. Desde que salimos de la terminal hasta 40 0 45 minutos después, no paró de hablar de las cosas que vendía. Yo quería que se calle y cada vez que una mujer le compraba decía que "ella si entendía de las bondades del producto".


Ultima parte del viaje a Tarija: Un accidente frontal contra una camioneta.


Gran parte del viaje fué sobre ruta asfaltada. Se pueden ver campos, mucha vegetación y pequeñas sierras cubiertas de bosques. Hasta que llegada la madrugada... Adivinen... si... volvemos a lo mismo: caminos de tierra, precipicios y cosas así. Fué durante todo el resto del viaje desde la madrugada hasta las nueve o diez de la mañana, hora de llegada. Por supuesto no pude pegar un ojo y menos mal que los chiquitines estaban mas o menos callados.


Al amanecer ya se podía notar en el ambiente que el calor era seco y agradable. Estábamos de nuevo en paisaje serrano muy pintoresco. Buena parte de los caminos estaban en condiciones regulares pero se contrastaban con un paisaje precioso de campos, valles y ranchitos. Todo indicaría que ya estaba en Tarija. ´


Muchas partes del camino fueron escenarios de derrumbes. Se podían ver rocas esparcidas por el camino en todo el trayecto. Hubo una zona de montaña donde había bastante transito. Me parecía extraño que el micro no tocara la bocina metros antes de dar una curva cerrada para avisar al que viene de frente que había otro vehículo cerca. En una subida muy empinada pasó lo que tenía que pasar. Tuvimos un choque contra una camioneta. Estuvimos 10 o 20 minutos parados, y de atras se podía divisar el camino que recorrimos a dos camiones que se aproximaban. "Acá va a haber quilombo..." me dije. Pero no sucedió nada. Continuamos recorrido y veía que están asfaltando la ruta. Dicen que a cierto horario se cierra el camino para seguir con los trabajos y si nos atrasamos, estaríamos toda la mañana y parte de la tarde esperando a que se abra de nuevo. Para mi sorpresa, llegué a alrededor de las 10 de la mañana a Tarija. No sè porque me dijeron 18.



25 enero 2009

Samaipata: anteúltimo día en Santa Cruz... ¡a las apuradas!

Hoy es un dia muy especial en el pueblo. Toda la gente que viene de los ranchos en los alrededores vienen a votar. Llegó el momento nomás. En todos lados se respiraban aires de clientelismo político con el sólo hecho de observar las camionetas llenas de gente que se dirigían a las escuelas.

Es un día soleado y caluroso. Quinta Piray está arriba y hay que caminar cerca de 15 cuadras para llegar a la plaza principal. Nos topamos con un pintoresco mercado. No vendìan cosas de otro mundo: frutas, verduras, y algún que otro objeto de la canasta básica que no puede faltar en ningún hogar (o no debería faltar... sin embargo falta).

Hay una zona en el lado del río donde se pueden contratar excursiones pero por ser domingo y día de votación. Estaban cerradas.

¿En presencia de otra trampa turística o costumbre local?

La recepcionista nos preguntó varias veces a que hora nos iríamos, ya que según ella y la versión de los taxistas, tal vez a la tarde no consigamos como volver por "el tema de las elecciones".

MMM... Su versión sonó demasiado insistente, como queriendo que nos tomemos el taxi ¡ya!. Ese verso ya lo conocía, además una historia similar había leído en otros blogs de viajes por Bolivia. Todos dicen que ya sale ya sale y terminan yendose 40 minutos después. El obvio negocio de llenar taxis lo más rápido posible para ganarse el día domingo y volver a casa temprano. Está todo muy desorganizado, y es todo al instante.

Después de almorzar, fuimos a la parada de taxis. Había un grupo de tacheros que estaban esperando clientes. Inocentemente preguntamos a uno de ellos hasta que hora salía el último taxi. Ninguno solía responder con certeza: "No lo sé... a las 14hs sale el último". "No ... no... el último es éste". "No lo sé. Tómenselo lo antes posible porque ya sale, ya sale el último". Pufff. Ese tipo de actitudes ya empezaban a irritarme un poco.

Al llegar a Quinta Piray. La señora nos volvió a insistir que el último ¡sale ya! y que si nosotros queríamos, podemos hacer que nos pasen a buscar ahí mismo ya que su hija iba también a Santa Cruz. Claro... faltaba que se llene el taxi con dos giles más y nos vino a apurar a nosotros.

Definitivamente Samaipata no está preparada para pasar un fin de semana. Es decir... si yo fuera un cruceño que quiere escaparse de la rutina por un par de días, no elegiría ese precioso lugar. Hay un solo medio de transporte y que hace lo que quiere con los horarios y los turistas tienen que andar adivinando sus horarios. Hemos salido a las 16horas en una de esas combis japonesas muy lujosas. Todavía es muy de día.

En el camino ya empezaba a escucharse los primeros supuestos resultados de las elecciones. A medida que ibamos llegando a Santa Cruz, el SI ya estaba definido en tres departamentos. De cualquier manera al llegar a la ciudad, en la plaza principal la gente festejaba que el NO ganó en Santa Cruz, y que "los demás departamentos se equivocaron al votar la propuesta de Evo Morales".
Es la última noche que me quedaría en esta ciudad, y con Jaquelin decidimos ir a la zona de El Cristo. Donde se manifiesta la gente cuando suceden acontecimientos populares. Hay varios locales gastronómicos interesantes. Es una zona residencial donde el transito es terrible y nadie respeta nada. No muy diferente a Buenos Aires ¿eh?. Con la diferencia que no te insultan ni te tocan muchas bocinas. Simplemente te pasan por arriba sin avisarte. Jajaajaja.

Después de las pizzas en el puesto callejero de Benito en Sucre, estas pizzas del Cristo fueron las mejores que probé en Bolivia. El lugar exacto se llama "Hot Burger". También estaba en el menú el infaltable "pollo a la broaster": frito, y con una masa medio rara. Todavía quedé algo alterado por la salida brusca de Samaipata. Durante ese viaje de vuelta de tres horas quedé pensando en lo que realmente sucedió. Porqué la necesidad de apurar...




Mañana... el viaje a Tarija

24 enero 2009

Llegada a Samaipata: cerca del Vallegrande


Hoy es el dia de conocer los últimos kilómetros que recorrió el Che Guevara antes de ser capturado por la CIA: Samaipata y Vallegrande. Del primero no tengo certeza si realmente pasó. Muchas de las historias que se cuentan de el en esta región suenan más a mito que algo verídico. Comienza el sábado.
En las noticias se anticipa un dia muy caluroso en Santa Cruz. Menos mal que los lugares a recorrer este finde son zonas de montaña... mmm que delicia: calor seco y noche bien fresquita. Una zona de transición a la zona alta del país. Tres horas de viaje en camino de montaña, con la expectativa de no tener problemas a causa del Rereféndum de mañana domingo. ¿Pasará algo pese a que estamos en veda política?. Por ahora está todo tranquilo y casi ni se habla de las elecciones. Ayer era todo lo contrario... en la televisión era siempre lo mismo: la marcha del NO en el estadio, con las banderas y la gente. ¿Como la gente puede elegir si no escucha tampoco la otra posición?. En fin.
Una de las maneras clásicas de llegar a Samaipata es a través de un taxi que sale del Boulevard Ordoñez. Si uno está alojado en el centro, el taxista entenderá si se le dice que "voy a Samaipata... "donde salen los taxis que van a Samaipata". Eso porque no me acordaba la dirección que me dijo Jaquelin para ir a esos pagos. Tenìa que esperar a que salga de su trabajo al mediodía para ir juntos. Bueno, ya que los tiempos bolivianos son especiales, llegó a eso de las 14, esperandola con un calor abrazador. Estaba a punto de salir un taxi, y faltaban tres personas para que se complete y salga. Como creo que dije anteriormente, es muy común que hay que esperar que se llene para poder salir.
El viaje dura 3 horas y son unos 13okm aproximadamente. Si se subía al taxi una persona más, nos cobrarían Bs25 por cabeza. Eso no sucedió. Terminó cobrandonos treinta.
Como siempre, el viaje fué placenteramente duro. Con una temperatura tropical muy alta, el polvo y las ventanillas bajas partimos hacia Samaipata. A medida que ibamos saliendo de Santa Cruz, puedo comparar que el paisaje semiurbano es algo similar a los alrededores de Posadas: casas bajas, algunas calles de tierra, vegetación abundante, sierras bajas de fondo y palmeras.
Al llegar a Samaipata ya se puede contemplar en el ambiente el clima serrano. Es una zona geológicamente inestable. Hay varios obstáculos a sortear y buena parte de la ruta estaba destruida por las rocas. Nos alojamos en un lugar llamado Quinta Piray, en las afueras del pueblo. Tiene una vista preciosa. Es para quedarse màs de dos dìas ya que los atractivos turísticos que se ofrecen están en los alrededores: el fuerte, las cascadas, Bella Vista y la joya del lugar: el Parque Nacional Amboró. Todos distan de Samaipata entre 8 y 50km obligàndote a depender del único servicio de taxi disponible.
Aquí estaríamos en presencia de otra trampa turística. Querìamos visitar unas cascadas que estaban a 12km y nos querìan cobrar Bs30. La distancia entre Santa Cruz y este pueblo es de màs de 100km... y nos cobraban el mismo precio...mmm algo no encajaba. Y así con el resto de los atractivos de los alrededores.
La noche en este pueblo es preciosa. Hay varios barcitos y locales gastronómicos cuyos precios son mas o menos similares a los de Santa Cruz. Están todos frente a la plaza principal.
Mañana... a recorrer el mercado.

23 enero 2009

Aires tropicales en Santa Cruz de la Sierra


Llegué de un duro viaje a la mañana, pero el sol pegaba como si fuera Santiago del Estero una tarde de verano. Uno no está muy acostumbrado a estos climas. ¿Cómo compararlo? No se si igual o más pesado que un dia bien húmedo y caluroso en Buenos Aires. Al llegar, daba la sensación que estaba todavía algo lejos de la ciudad en sí. En Sucre, no me habían dado la etiqueta que identificaba mi mochila. Asi como había llegado allá en la terminal de Sucre, metieron la mochila. Recomiendo que etiqueten la mochila porque pueden llegar a tener problemas en el destino cuando retiren sus cosas. A mi por suerte no me pasó nada porque fuí el último en sacarla.
Llegó el momento de la búsqueda de un alojamiento barato. Le pregunté al taxista de la terminal acerca de que tan lejos estaba del centro y me habló de que estamos en un 3er anillo. Es decir, unas 25 cuadras. Me alojé en uno llamado Residencial Bolívar, a dos cuadras de la plaza principal cuyo nombre no me acuerdo bien.
El hostel parecía muy agradable. En el centro tiene un hermoso patio lleno de plantas y una hamaca paraguaya. Pero hubo algo que no me agradó mucho: había una pareja de tucanes entre las plantas. En otras palabras dos animalitos silvestres dentro de un lugar cerrado. Me cayeron re simpáticos. No sabía que son de saltar de una rama a otra.
No tenía muchas expectativas de conocer algo interesante dentro de Santa Cruz. De hecho tenía planeado quedarme no más de una noche para al otro día llegar a Samaipata y luego a Vallegrande que distan entre 3 y 6 horas de Santa Cruz respectivamente.

A último momento decidí darle una oportunidad más a esta ciudad preguntandole al recepcionista del hostel acerca de algún lugar para recorrer. Sin muchas pulgas sacó un mapa y me advirtió que llegué en un momento especial, ya que los comerciantes a la tarde cierran y que además de eso está la ciudad paralizada por el asunto del NO a la reforma Constitucional planteada por Evo.
Era curioso ver el mapa de la ciudad y los alrededores. Se parece a un gran panqueque. La ciudad está dividida en anillos. Del primero al tercero, pertenecen al centro. Y del cuarto al 8vo los alrededores y áreas residenciales.
Ya viendo algunos precios de las cosas, la ciudad me resultaba algo cara. De hecho cosas básicas de consumo resultan tan o más caras que en Buenos Aires. Doy el ejemplo de un pancho: en el centro cuesta unos Bs 5 con menjunjes que harían un piquete gastrointestinal sin precedentes. No ne animé a probar. Hay algo positivo que quisiera destacar referente a los números; encontré casas de cambio cuya cotizaciones promediaban entre Bs1.91 y Bs1.95. Eso si, había que cambiar a la tarde.
En la ciudad no hay demasiados edificios altos, salvo en los alrededores del Cristo, donde se pueden apreciar algunos edificios gubernamentales y de corporaciones importantes, o en el barrio Equipetrol. Muchas cuadras son muy parecidas y es fácil confundirse.
Por la tarde me dediqué a recorrer el centro, pese a que estaba todo cerrado. Habia muchos turistas brasileños. El "tren de la muerte" que conduce al Pantanal, que se comparte con Brasil y termina en el Estado de Sao Paulo está funcionando con todo su esplendor. Según me dijeron en la terminal bimodal, es temporada alta. Estaba tentado a comprar un pasaje hacia esa zona pero... el calor tropical de la zona me iba a jugar una mala pasada.
Por la noche conocí a Jaqueline. Una cruceña agradable con quien intecambié muchas ideas y y me contó muchas cosas acerca del país. Hay un pub irlandés frente a la plaza que de irlandés no tenía nada pero era lindo.
Me dijo que hay bastante movida nocturna los fines de semana, pero no en esta zona sinó en Equipetrol, un barrio de clase alta en uno de los anillos. La sensación de seguridad escasea a medida que uno va alejandose de la ciudad. Asi que rechacé la idea de conocer la noche cruceña por el momento. Reemplazamos esa idea por el cine.

22 enero 2009

Ultimos dias de la travesía: esta vez de Sucre a Santa Cruz de la Sierra...solo.

Ya mis compañeros de Buenos Aires tienen que retomar su vida normal el lunes. Llegó la hora de separarse. A mi me queda una semana y un par de días. Lo suficiente como para recorrer el oriente boliviano: Santa Cruz de la Sierra. Una joya natural histórica y etnográfica que no me podía perder. Me dijeron que son 14 horas de viaje. MMM... ya cuando me tiran esos números, significa que no voy a safar de los caminos de ripio y los precipicios... pero bueno, valdrá la pena. Estoy seguro de eso. A los chicos, de tan vuelteros que son y además que no puedo seguir sus ritmos, los perdì de nuevo. Bueno, decidì hacer la mía y recorrer por última vez las calles de esta preciosa ciudad. Seguramente después los voy a encontrar.

Tenía la intención de ir caminando desde el centro hasta la terminal terrestre para comprar mi pasaje. Con mapa en mano me metí en la aventura. Parecía fácil llegar, tan fácil que me perdí. Me metí en una zona llamada "Mercado Negro". Una gran feria donde se vende todo tipo de cosas y parecía complicado en cuestiones de transito y seguridad. Es atrás del Estadio Olímpico que están construyendo para los Juegos Bolivarianos de este año. Tengo varias expectativas sobre Santa Cruz: mucho verde, mujeres bonitas, otra Bolivia, otro clima, otros paisajes, otros olores... otras cosas. Intenté salir de ese lugar para retomar camino a la terminal pero no lo logré, y ya eran casi las 14hs. No me animé a sacar fotos del lugar. Mi camara está bien guardada en el bolsillo. Me terminé tomando uno de esos minibuses japoneses. No se porqué motivo pero todos los micros con destino a Santa Cruz de la Sierra parten a las 16horas. No hay elección de horarios. ¿Cómo será la gente con quienes voy a compartir el viaje?. ¿Serán diferentes a los que transitan por las rutas altiplánicas occidentales?¿Qué nuevos olores me esperarán para aguantar en el camino? ¿Qué música pasaran para amenizar el trayecto? ¿¿otra vez cumbia??¿el conductor tomará chicha, Paceña o la Potosina? Muchas preguntas, sin tiempo para contestarlas.

El transito de Sucre es terrible en la zona de Mercado Negro. Hay cerca de 26 cuadras hasta la zona del mercado Central de la Ciudad, donde enfrente me alojaba con los chicos. Me arriesgué a tomar de nuevo un minibús para buscar mis cosas y despedirme de mis compañeros. Terminé llegando a las 15, donde en la recepción me encontré con Tincho. Le dije que me iba ya mismo. Por supuesto, ya no daba para ir de nuevo en minibús a la terminal. Compartimos un mate con otro argentino que se alojaba ahi. Le comenté de mis próximos destinos: Santa Cruz y Tarija. Y me contestó de una manera que no me extrañó: "aaa... lindas mujeres por ahí". Este muchacho ya sería la persona número 4 que me diría lo mismo.

Nos tomamos una foto de despedida y Tincho me acompañó hasta la parada de taxis. Una nueva etapa del viaje comenzaba: viajar solo. No me molesta ni me aburre... al contrario, me gusta. Lo disfruto mucho y me hace sentir libre.

En camino de Sucre a Santa Cruz de la Sierra

Como es de costumbre, el micro nunca sale a horario. Creo que este viaje lo comparo con la famosa historieta de El Eternauta: solo, sin nadie de tu especie alrededor tuyo. jaja. Es decir, ningún argento a la vista viajando en el mismo micro. El único perro verde ahí es uno mismo. En ningún momento oí hablar castellano. Sólo aymará y quien sabe que otro idioma originario. Me tocó estar sentado al lado de un hombre muy agradable. Me cayó bien de entrada pese a que entendía poco lo que le decía. Cada tanto me hacía comentarios acerca del viaje: "Uuuu parece que va a llover". Yo asentía, y seguía tranquilo que el camino sea normal... es decir: pavimentado y sin tantos caminos de cornisa. Hasta que en un momento... si... se terminó todo; volvemos a lo mismo: ripio, nuevos olores, lluvia, y precipicios. Los compañeros infaltables en cualquier viaje a través de este hermoso país.

En mi mapa de carreteras de Bolivia no figuraban caminos de montaña para este trayecto. Le pregunté a mi vecino de viaje si todo el camino sería así y me contestó sonriendo y asintiendo: "eehh... sí... sí... jajaja". Yo no sé si estaba disfrutando de la situación que un extranjero no está acostumbrado a esta clase de caminos o lo hizo por gesto amable o actitud sumisa. Cosa que vimos repetir en varios lugares que recorrimos cuando un blanco hablaba con un lugareño.

Pasaba el tiempo, se hacía de noche y sentía varios olores: comida, poca higiene entre varios etcéteras. Paramos en un pueblo cuyo nombre no me acuedo. 30 minutos para cenar. Por supuesto, era todo frito y seguía con el temor de que mi hígado me juege una mala pasada. Bajé del micro y me encontré con varios puestos de comida en la calle. Fuí a estirar las piernas por la cuadra, entré a chusmear por los restaurantes y vi a dos argentinos autoflagelándose con la comida de ahí.

Hizo bastante frio en la noche. En los micros del país, no existe el aire acondicionado. Mi buen compañero de viaje me ofreció su frazada para taparnos juntos.
A la mañana, ya veía las características de una región tropical: sierras bajas, mucha vegetación, calor, algunas palmeras y la gente más floja de ropas. Santa Cruz parece muy grande. Los alrededores son de casas bajas, muchas muy pobres, caminos de tierra y las veredas cubiertas de vegetación. Llegamos a una ciudad llamada La Guardia. Está bien cuidada y la flanquea un parque industrial. Después de Santa Cruz, me enteré que La Guardia es la segunda ciudad más importante en número de habitantes.

Llegué a Santa Cruz de la Sierra alrededor de las 9 de la mañana... con mucho calor.

21 enero 2009

Sucre: parte II






Otro dia lluvioso en la "Ciudad blanca de America". Al rato para y hace frio y sale un sol radiante. Eso no impide que vayamos al Museo de la Casa de la Libertad y el Museo de Arte Colonial y Antropológico . El de la casa de la Libertad es uno de los museos históricos más importantes de la región. Está muy vinculado con la historia argentina. Comenzó siendo un convento franciscano para luego pertenecer a una universidad y pasar a ser la sede del nacimiento de la República de Bolivia. Hubo 16 años de guerra de la Independencia. Aqui se inició, y aqui terminó.




La entrada incluía visita guiada. Eramos mitad argentinos mitad bolivianos. Comenzamos con la primera sala donde se gestó el acta fundacional y la primera Asamblea de este país. La historia es muy interesante pero no da para contarlo. En la parte de atrás se puede ver un hermoso coro bañado en oro. En la segunda sala hay varios cuadros y en uno de ellos está el de Juana Azurduy. Una heroída de la Independencia boliviana y argentina que lucho contra los españoles que venían del Perú. En esa misma sala descansan sus restos. Justo al lado hay una vitrina con la primera bandera argentina. ¿como llegó esa bandera ahi?. Resulta que Belgrano con sus dos tropas auxiliaron a los altoperuanos a luchar contra los españoles. Según la guía, esa bandera sobrevivió porque un sacerdote del pueblo de Macha que estaba a favor de la Independencia la escondió detrás de un cuadro donde permaneció durante 75 años. El gobierno argentino exigió esa bandera en varias ocasiones pero ahora no puede ser trasladada ya que si se mueve un centímetro, se hace polvo. Justo al lado hay una placa del ex presidente Nestor Kirchner. La verdad que esa placa está colgadísima. No tiene nada que hacer ahi.

La guia les dijo a los argentinos que no se preocupen. La bandera cumple con todos los requisitos para su conservación; temperatura y luz adecuado. Los colores, como ya se imaginan, son los de Borbón: blanco celeste y blanco.

En otra sala se pueden apreciar las distintas banderas bolivianas que fueron parte de la historia. En el escudo se pueden ver diez estrellas, que simbolizan los 10 departamentos. Emmm... aclaro que el 10mo es el de la salida al mar. En el medio hay una cabeza tallada de Bolívar en algarrobo, que pesa 4 toneladas. En el resto de la sala están los retratos de los presidentes del país. En total son 64, falta terminar de pintarlos.


En medio de un momento político especial...

Al terminar la visita, en la plaza se empezaron a sentir tiros y música. Era la marcha por el No a la reforma de la Constitución propuesta por Evo Morales. Mañana es el cierre de campaña para las elecciones del domingo. De a poco los negocios empezaron a cerrar por miedo a los disturbios. Uno de los chicos fué a hablar con una mujer que estaba a favor del No, pero le dijo que por no ser boliviano no tiene derecho a opinar sobre el tema. Si alguien me pregunta quien puede ganar este domingo, la respuesta es no se. Recorriendo muchos lugares hablando con la gente encontré opiniones diversas. Los de clase baja no tienen ni la más mínima idea para que es la votación. Los que tienen algo de idea responden que no porque "no les dan nada". Otros dicen que si porque asi se equilibran un poco más las cosas. Entre los que dicen que no, muchos no saben explicarte el porqué tomarán esa decición, o no tienen una opinión objetiva del asunto ya que los medios masivos de comunicación bombardean con propagandas invitando a votar negativamente.


Más museos...


Llegó la hora de conocer el Museo de Arquelogía y Arte Colonial. Algunas salas están en refacción pero eso no impide que veamos lo principal. Entramos primero al de Arte Colonial. Ya se imaginan que es arte barroco religioso de entre los siglos XVII y XVIII. Lo que más se destaca es un cuadro con el mapa de Potosí en sus últimos años de esplendor. Lamentablemente no se puede sacar fotos.


Llegó la hora de pensar en Sta Cruz de la Sierra y separarme de mis compañeros que tienen que volver al trabajo la semana que viene. A las 18 horas sale el micro cuya duración será de 14 horas. Ya estaba sabido que el viaje iba a ser muy duro...










19 enero 2009

Recorriendo Sucre: la cuna de la libertad americana


Después del duro viaje de Potosí llegamos a Sucre. Capital Constitucional de Bolivia. Le dicen la "Ciudad Blanca de América" y la verdad que tienen razón. Todo está perfectamente mantenido y conservado. No hay ningún edificio que altere las líneas arquitectónicas coloniales. Quizás en el último tiempo hubo un gran plan para embellecerla por los festejos del bicentenario de Bolivia. Hay carteles por todos lados sobre los 200 años. Si señores, aquí se gestó el primer levantamiento contra la Corona Española, que luego se dispersó por el resto del continente. Cuna de Juana Azurduy, y lugar de varias batallas por la independencia que duró 16 años.
Hostels hay pocos, y la ciudad está llena. Nos alojamos en el hostal Charcas, justo enfrente del mercado de la ciudad. El tiempo es loquísimo; llueve de a ratos, luego sale el sol y a las pocas horas llueve torrencialmente. Comenzamos la recorrida por los museos y atractivos más importantes en el día de hoy: La Casa de la Libertad, El museo de Folklore, Iglesia San Felipe Neri, Parque Bolívar, Convento la Recoleta y el Museo de Historia Colonial y Antropología.
El museo del folklore muestra las máscaras que se utilizan en los carnavales. Cada personaje tiene su rol dentro de las danzas de caporales y morenadas. Lamentablemente no se podía sacar fotos pero creo que a uno de los chicos se le "escapó" un disparo de su cámara.
Luego continuamos al lado norte de la ciudad para visitar el Parque Bolívar. Pulmón verde de la ciudad. Muy lindo, en el centro se puede ver una torre Eiffel en miniatura.
Del otro lado de la ciudad se encuentra el Convento La Recoleta. Tiene un museo, y una vista panorámica impresionante de la ciudad. Fuimos caminando en subida, pero no fué tan terrible porque estamos a 2400msnm. Desde ahi se puede admirar a la "Ciudad Blanca de América" en todo su esplendor.
la próxima... más de Sucre




Al volver al centro de la ciudad, nos recomendaron visitar la iglesia de San Felipe Neri. No tenía muchas ganas de visitarla pero al entrar, mi opinión cambió radicalmente. Al ascender al techo se puede ver los edificios más destacados del centro. El dato más curioso es el de un cuadro de "La última cena" pintado por un indio hace dos siglos, donde en la mesa se pueden apreciar comidas típicas de Bolivia. Los horarios de los museos son muy limitados asi que no pudimos ver todos. Mañana nos queda conocer La Casa de la Libertad, y el de Historia Colonial. Tengo todas las fichas puestas en la Casa de la Libertad. Estoy seguro que es uno de los museos históricos más importantes de Sudamérica. Ahí comenzó todo, y además está la primera bandera argentina.




Después les comento...






18 enero 2009

De Potosí a Sucre: tres horas de viaje separando realidades sociales e históricas


Paseando por Potosí




A la mañana siguiente decidimos salir a recorrer la ciudad que en algún momento fué la más rica del mundo. La altura casi ni se siente, teniendo en cuenta que estábamos en la segunda ciudad más alta del planeta. El paisaje es desolador. Galeano no exageraba. Tomando una de las combis con dirección a Plaza del Regocijo, pudimos ver lo caótica que es la ciudad. La Casa de la Moneda nos esperaba, pero cerraría muy temprano, asi que no pudimos sacarnos fotos en su interior. Sólo de frente, una verdadera lástima. No poder visitar el patio de esa casa que junto al Cerro Rico, son un símbolo de la ciudad.
Considero a Potosí como otra Cusco pero mucho más sufrida y pobre. En las miradas de la gente se puede observar el resentimiento que tienen por el pasado. No fuimos bien tratados. Todo el tiempo los tres nos sentíamos observados, como si fuésemos de otro planeta. La onda de la gente con nosotros era pésima. Hasta ahora mi teoría más firme era la poca simpatía hacia la gente blanca por muchas cosas que sucedieron y suceden todavía. La ciudad en lo arquitectónico es preciosa. Vale la pena levantar la vista a los campanarios de las iglesias barrocas, mezclas de estilos renacentista, neoclásico, hasta mudéjar, y las pintorescas casas coloniales. Las agencias de viaje ofrecen excursiones a las minas. Nosotros estábamos entusiasmados con disfrutar las aguas termales de Ojo del Diablo, en las afueras de la ciudad. Están poco explotadas, pero ya nos dijeron que para ingresar hay que pagar Bs5.
Decidimos comprar los pasajes a las 18hs con destino a Sucre. ¡Pero hasta ahora no sabemos donde queda realmente la terminal terrestre! Comimos una especie de almuerzo donde no safás de lo frito, pero muchas opciones no había. Hasta ahora mi hígado viene aguantando como el mejor ¡y casi sin mascar hojas de coca!. Nos tomamos un minibús importado de Japón para conocer esa tan buscada terminal. ¡Estaba justo enfrente de donde nos habíamos bajado!. ¡Ni parecía una terminal!. Al llegar para comprar los pasajes, nos encontramos con un griterío de las vendedoras de pasajes anunciando diferentes ciudades del país: Villazón, Cochabamba, La Paz, Oruro, etc. El paisaje se repetía al igual que en el resto de las terminales terrestres del país ¿porqué gritan los destinos?. Es difícil darse a entender con la gente de la ciudad. La mayoría apenas entiende español y se oye hablar aymará en todos lados.
Para hacer tiempo a la hora de partir, caminamos de nuevo por el centro histórico, hasta encontrarnos con una unidad básica del partido de Evo Morales, el MAS. Nos regalaron una Constitución pocket y quedamos charlando un poco con la señora de la sede política para saber algo más sobre las cosas que pasan en el país, y el referéndum que se realizará el 25. Nos recibió muy bien. La tradición del viaje es que si alguien nos caía simpático, nos sacaríamos una foto con esa persona. Luego, enfilamos hacia la terminal terrestre, nos metimos en un mercado tipo La Salada, y atrás había un estadio donde se jugaba el clásico. Estaba un poco preocupado que pasemos justo cuando salían las hinchadas. Obviamente no podíamos dejar de irnos sin probar las cosas que vendían en la calle. Había masitas, y otras exquisiteces más.


Dejando Potosí. Yendo a Sucre.


Al llegar a la terminal, uno de mis compañeros de viaje me dijo que una cholita ahí sentada en el piso casi al lado mío me miraba con temor. Eso pasó varias veces en otras oportunidades cuando hablábamos con la gente del lugar. Cuando entienden a medias, responden mirando al suelo. O sonriendo con miedo, fingiendo.Esto nunca lo leí en los diarios de viajes sobre el país.
Como era sabido, el micro nunca saldría a las 18hs. Había que esperar también al famoso cobrador de "derecho de terminal". El micro zafaba. No estaba tan mal, y con tal de llegar a destino era suficiente. Saliendo de Potosí ya me imaginaba que me iba a encontrar con una ciudad muy diferente a la que estaba dejando. Más moderna, más desarrollada.
Viajamos por pocas horas y la ruta estaba asfaltada. El camino era hermoso, con pastizales. Paró en un pueblo muy pintoresco que nunca había oído hablar en las guías turísticas: Betanzos. Está casi a mitad de camino entre Potosí y Sucre. Si alguien tiene data de ese pueblo, mándenme un mail.
Al llegar a Sucre de noche, no dejé de maravillarme lo blanco de las casas y la gran diferencia social con respecto a Potosí.

17 enero 2009

Viaje de Cusco a Potosí





De Cusco a La Paz

La mayoría de las empresas te ofrecían directo a La Paz por S./100. Hay otra alternativa. Un micro hasta Puno, luego un colectivo desde la terminal zonal hasta Desaguadero, frontera con Bolivia, y desde allí, otro micro a La Paz. Es más económico. Tenía entendido que el control migratorio en Desaguadero era casi nulo. Pasó todo lo contrario, no sólo hubo más control, también en el lado boliviano nos pidieron el certificado de la vacuna contra la fiebre amarilla. Al cruzar el puente, hubo otro control de la policia peruana al preguntarnos "ahh ¿argentinos? ¡que bueno!". De ambos lados nos trataron bien, cosa que dudábamos.
De La Paz a Potosí
Tenía intenciones de leer de nuevo "Las venas abiertas de América Latina", en el largo viaje de Cusco, parada en La Paz, y de ahi a Potosí. No quería comer hasta llegar a destino ya que creí que subiendo de 3300 msnm a 4100msnm me haría revolucionar el estómago. Por dentro insistí en agarrar el libro de Eduargo Galeano pero eso finalmente no ocurrió por el simple hecho que el micro iba a 200km por hora y me distraje jugando a que olores sentía dentro de la cafetera esa.




Creo que varias veces casi nos llevamos por delante un par de camionetas en el camino. MMMM... las bocinas de los micros empezaron a darme escalofríos. Ese micro llevaba demasiado peso. Me olvidé de sacarle fotos a la bodega. Lo bueno es que casi todo el trayecto era asfaltado. Algo muy positivo sabiendo que la gran mayoría de las carreteras de Bolivia son de ripio.

Llegamos a Potosí un domingo 18 a la noche. Daba la sensación que el chofer no quería entrar a la terminal y nos dejó en una especie de estación de servicio de la YPFB que parecía abandonada. Sabía que la zona de la terminal terrestre era muy complicada, y estábamos muy seguros que no nos había dejado donde debía hacerlo.

Nos metimos en un hostelucho por Bs30, porque la zona parecía muy peligrosa y agarramos lo primero que vimos. Algo me decía que no estaríamos mucho tiempo en Potosí.

14 enero 2009

Llegada a Machupicchu y una noche más en Aguascalientes


Al llegar a Aguascalientes de noche, no parecía un pueblo interesante para recorrer. Es más, parecía ser apenas un lugar de paso para ingresar al Parque Machupicchu, con costos un poco más elevados que en el Cusco.

Nos despertaron a las 4 AM, después de una caminata el día anterior que nos dejó cansadísimos. Terminamos saliendo 4.40AM, y ya era tarde. Desde Aguascalientes hasta la entrada hay dos horas de camino en subida. Existe un minibús desde el pueblo que por USD6 te lleva hasta hasta arriba, pero... ¿vale la pena gastar más de $20 por un transporte que dura 10 minutos?

Llegamos a las 6 AM y ya había una fila de 50 metros de gente. Argentinos, brasileños, chilenos, colombianos, alemanes, y estadounidenses. Al ingresar con los chicos, los perdí de vista enseguida y de ahi empezé a hacer la mía con mi cámara cuya pantalla quedó arruinada producto de algún golpe con las piedras de las vías en la noche camino al pueblo. ¡Justo ahora se tenía que arruinar! Comprobé que el disparador funcionaba bien, y que podía sacar fotos normalmente pero sin saber si apunté bien. A partir de ahora, todo debía ser a ojímetro o a ciegas. Las enseñanzas de Noe, mi compañera de trabajo acerca del uso de la cámara ya no servirían.

En el Parque.
Recorrí todo el parque, había algunas personas. Todo era en subida para tener las mejores vistas. Y yo protestando por dentro con el asunto de mi cámara que tiene apenas 4 meses y ya se rompió. Una foto por aquí, otra por allá. Reconociendo los lugares y sitios sagrados que he leído mientras estudiaba en la facultad. Todo estaba ahí. Un par de horas más tarde encontré a los chicos. Lograron estar entre los 500 admitidos por día para ascender al Waina Picchu donde se puede tener una vista panorámica de las ruinas. Yo estaba muy cansado por la caminata de ayer y ya había dicho que no iba a subir. El ascenso y descenso dura 2 horas. Los esperé abajo y me puse a recorrer otros lugares del parque.

Filmé a ciegas a una alpaca bebé, que estaba muy quieta como queriendo ser filmada. Al volver para reencontrarme con los chicos que volvían del Waina Picchu, me crucé con un tipo muy parecido a Luis D'Elia. Pero tenía muchas dudas si era el, hasta que unos pibes de Buenos Aires que rondaban por ahi, lo saludaron y confirmé que era el cuando empezé a oir su voz. Mi ataque de cholulismo me obligó a sacarme una foto con el, pese a que no coincido en nada con su accionar en la vida política argentina. Me presentó a su mujer, y me dijo que están en viaje de bodas de plata.

Valió la pena quedarse en Aguascalientes

Más tarde empezó a llover, y los chicos ya estaban volviendo del Waina Picchu. Cansadísimos. Uno de ellos no llegó. Dimos una última recorrida, nos cruzamos con las tucumanas. Ya teníamos que pensar en volver ese mismo día al Cusco para que el próximo día vayamos a Potosí. A la salida nos cruzamos con Gustavo. Parecía que era bastante tarde para volver. Le dimos una oportunidad al pueblito que parecía poco atractivo. Un policía nos dijo que podemos ir a las aguas termales que están al cruzar un puente. Muy buena onda la poli de Aguascalientes. Nos sacamos una foto con el, por supuesto. Las aguas están al lado del Vilcanota. Ya era de noche, y comenzó a llover de nuevo. Por S./10 y el alquiler de una bermuda de S./2 nos metimos a las aguas que darían un alivio a nuestros pies de tanto caminar en estos dias. Uffff!. Ya a las 21 horas empezaron a echarnos cuando empezó a bajar el nivel del agua.

Al otro día... volvíamos a Cusco por Santa María-Santa Teresa.

13 enero 2009

Camino al Machupicchu






En el Pirwa habíamos quedado con unos chicos para ir a la terminal de San Pablo a la mañana. Las tucumanas que conocimos en Cusco ya nos pasan a buscar a las 7.30 horas para comenzar el Camino Alternativo al Machupicchu. Son 110km de Cusco, en un pueblo llamado Aguascalientes.



La única manera legal de llegar a ese pueblo es a traves del Peru Rail. Un tren de capitales anglo-chilenas cuyos precios son accesibles solamente para la clase media privilegiada de Europa Occidental o EEUU. No hay caminos ni atajos... sólo el tren. Obviamente hay diferenciación de precios para los peruanos. Llegar a Aguascalientes para un habitante del lugar cuesta sólo S./15




También existe una excursión llamada "el camino del Inka". Su duración es de 4 dias aproximadamente y los costos son... bueno, mejor ni hablar.




Hay dos caminos alternativos. El más conocido es el Santa María-Santa Teresa y el otro es Ollantaytambo-km82 y caminar por las vías hasta Aguascalientes. No sé porqué pero a último momento "una persona" se le dió por tomar un taxi hasta Ollantaytambo. Caminar por un camino paralelo a las vías hasta el km 82 y de ahi darle pata hasta Aguascalientes.






Al llegar a Ollanta, nos tomamos una foto con el taxista, (como es de costumbre) y seguimos camino hasta unas rejas donde termina la estación. Como era de imaginar, no nos permitieron pasar para caminar sobre las vías. Pero los lugareños nos indicaron un camino paralelo hasta el km 82 y emprendimos la marcha. En Ollanta estamos en el km 62 aproximadamente. Las vías siempre van paralelas al rio Urubamba, que más adelante se transformaría en el Vilcanota. En el camino se nos arrimó una camioneta con unos canadienses ofreciéndonos acercarnos hasta el km 82. Luego unos lugareños hicieron lo mismo pero nos advirtieron que el camino es muy peligroso y a veces es imposible escuchar el sonido del tren porque el ruido del rio no deja oír las bocinas.


Creo que dos veces nos dijeron lo mismo. Pero dió la sensación que hubo una campaña muy fuerte de "concientización" por parte del monopolio anglo-chileno para que se tome el tren o se haga el "Camino del inka". En esta foto, los chicos haciendo un parate porque empezaba a llover. Aqui empezaba el km 82. Ya no hay más caminos. Sólo seguir las vías del tren.


El paisaje es precioso, el ruido del rio, de mi parte, ver pasar el tren, cosa que me encanta. Encontrarse con algunas excavaciones arqueológicas, pasar por ranchos, saludar a la gente que ya está acostumbrada de ver pasar a argentos y otros latinoamericanos haciendo el camino alternativo. De a poco el paisaje se iba haciendo más verde intenso, solamente el ruido del rio, y había que estar siempre atento ante las bocinas del tren. De a poco se iba haciendo de noche, y estaríamos dos horas caminando en plena oscuridad muy atentos a los próximos pasos del tren. Hay varios túneles en el camino pero son cortos. Fueron 9 horas de caminata sobre las piedras y durmientes del tren. Ufff... Valió la pena, llegamos a Aguascalientes a las 9 de la noche.


En la oficina de Cultura de Aguascalientes habia que comprar el boleto para ingresar al Parque Arqueológico del Machupicchu. Estábamos cansadísimos y no veíamos la hora de acostarnos lo más temprano posible para a la madrugada siguiente, ser los primeros en ingresar al parque sin tantos turistas y estar entre las 500 personas permitidas para ascender al Waina Picchu. Los precios en Aguascalientes son bastante elevados, y eso que estamos en temporada baja. El pueblo mucho no lo valía... hasta que pasó algo más adelante...


11 enero 2009

Primeras vistas de Cusco

Ufff, son tantas las sensaciones que uno tiene al entrar a Cusco que no sé por donde empezar. Y eso que llegamos a la madrugada. Callecitas estrechas, arquitectura colonial por doquier, iglesias, vida noctura, subidas y bajadas, colores, olores exóticos y museos.
En el viaje a Cusco conocimos a un flaco llamado Gustavo. Es de Buenos Aires. Con el compartimos varios de los momentos de salida en esta preciosa ciudad. Cuesta bastante conseguir alojamiento en esta época pese a que es temporada baja, o mejor dicho, temporada de latinoamericanos que visitan ésta ciudad.
Nos recomendaron dos hostels: el Loki, y el Pirwa. El Loki se lo puede encontrar en cualquier parte del Perú y algunas ciudades bolivianas. Pero hay que reservar con mucha antelación. Hay clima de fiesta durante toda la semana. Podés entrar a cualquier boliche gratis. Lo único que pagás es la consumición. La terminal terrestre está bastante lejos de la plaza de Armas, pero si uno se pone de acuerdo con gente que va al mismo lugar, el viaje en taxi puede resultarte muy barato. Siempre vas a encontrar algún argento que está en la misma que vos. Generalmente los taxistas calculan el precio por cantidad de pasajeros. Ojo con la mafia de los taxis.


A la mañana fuimos a la Avenida Sol para cambiar dinero. El peso argentino está muy bajo: por cada peso te dan S./0.81. Dimos un buen recorrido por la ciudad y no dejaba de mirar las cúpulas de las iglesias, los arcos, y la limpieza que tiene esta ciudad. Hay balcones de madera tallada impresionantes. Hay varios museos interesantes y sobre la Plaza de Armas se puede hacer un city tour de una hora por S./15.
En la Dirección de Turismo podés comprar un "billete turístico" como le llaman ellos que vale S./130 soles y podés ingresar a cualquier museo de la región del Cusco. Tenía dudas sobre si valía la pena la ISIC, y les recomiendo que la compren. Hay descuentos por todos lados. Dormí mal con eso. A no olvidarse de regatear los precios, especialmente si uno quiere comprar en ferias.
Delicias del Perú
Todavía faltaba lo mejor. La COMIDA!. Tengo entendido que Perú está muy bien posicionado regionalmente en lo gastrómico. Especialmente Lima, donde se encuentra el segundo polo gastronómico de Sudamérica, más precisamente Miraflores y San Isidro. Se come muy bien y barato. Hay menúes de entre S./5 y S./15 donde incluyen una sopa de diferentes tipos, luego algún plato típico como por ejemplo arroz, maíz, papa y churrasco acompañado con una chicha morada, que es una especie de jugo de maíz. Muy rico. En todas las mesas uno encuentra una salsa llamada Rocoto. En Bolivia también esta salsa es muy popular con la diferencia que le dicen Ocoto. Es bastante picante, peros si uno le pone una pequeña pizca a la carne, el sabor es delicioso.
De lo frito no te salvás, pero si buscás bien, podés encontrar lugares donde comer medianamente sano. La archiconocida Inca Cola. Por fin tuve la oportunidad de conocerla. Tiene un gusto parecido al gusto del tutti frutti de un chicle Bazooka. Y para la noche, no podía faltar probar el famoso Pisco. Pero a los turistas se les ofrece el fashion pisco sour, con mucho limón.
Decidimos quedarnos un día más antes de emprender la marcha a Aguascalientes, un pueblo vecino al Parque Machupicchu.
La próxima... más de Cusco.

Llegada a Cusco: mi dni en "mal estado" superó con sufrimiento la segunda prueba de fuego



¿Que tal?




Son las 8 de la mañana hora peruana. Les estoy escribiendo desde el hostel Pirwa en Cusco. Es uno de los hostels que nos recomendaron a S24 la noche y está a tres cuadras de la Plaza de Armas.




El viaje de Copacabana a Cusco comenzó cuando llegamos a la frontera justo sobre la hora de cierre. Debíamos bajar al lado boliviano para realizar la salida del país. La verdad que nos trataron muy mal. No entiendo el sentido de tanta arrogancia. Después de realizar los trámites, debíamos caminar 300 metros hasta cruzar un arco que señala el Perú. Hacía mucho frio. Ya del otro lado nos esperaría la camioneta que nos llevaría hasta Puno, para luego hacer transbordo.


Ninguno de los que viajábamos en esa camioneta tenía pasaporte. Fué un silencio de preocupación bastante importante.




Al llegar al control migratorio peruano presenté mi dni. El policia sentado sobre un sillón de gerente (no miento, era sillón de gerente) me preguntó secamente "¿que es esto?". Le contesté dos veces que era mi dni. Menos mal que no sólo se las agarró conmigo, sinó que trató mal a todos los que estábamos en esa sala. Agarró la tarjeta de migración que llené con tanto amor para el, y me dijo que no puedo ingresar.


Hablé con Edgar, uno de los choferes del micro para que me de una mano. Tomó mi dni y habló con el del sillón de gerente. A los 5 minutos, hizo mi entrada al País. Me preguntó cuantos dias pienso quedarme. Le dije 20 (por tirar un número) y me contestó antipáticamente "te voy a poner 15 dias". Me devolvió el dni con la tarjeta migratoria con un asqueroso "tu DNI es un papel higiénico".
Fué un gran alivio haber cruzado ese arco. Momento horrible, pero ya estoy en Cusco.


Llegamos a Cusco a las 5AM.






10 enero 2009

Isla del Sol: hermosa por donde la mires... pero prepará tu bolsillo!

Desde el puerto de Copacabana, a las 8:30hs compramos un pasaje hacia isla del Sol. Son dos horas de viaje. El agua del Titikaka es verde esmeralda, y hay un lindo zarandeo por momentos.
Al llegar a la isla, apareció un lugareño con la camiseta de la selección argentina que apenas hablaba castellano. y nos iba a guiar por la isla.
Recomiendo que te fijes bien que ticket de lancha vas a comprar porque en la isla te COBRAN TODO. Desde el punto de vista turístico, la verdad que me desilusionó. Te cobran por todo, el guía apuraba y apuraba, y nunca avisan lo que van a cobrar: Bs5 por ahí, otros Bs5 por allá, y apenas se entendía lo que decía. La verdad una lástima. El circuito está bien diseñado, pero los precios son irracionales y todo el tiempo dicen "que tenemos que pagar".

Al comienzo de la "guiada", empezó con hacernos pagar Bs10 para ingresar al centro de interpretación. La "guiada" comenzaba desde la parte norte de la isla hasta el centro de la isla. A cada rato preguntaba si habíamos pagado porque después iba a haber control. Parece muy interesante, lástima que daba la sensación que sabía más yo que el acerca de lo que había en la isla. Pasamos por una hermosa playa y en todos lados se oía acento argentino. Ascendimos y comezaron a aparecer en el camino los primeros vendedores: chicos vendiendo piedritas u ofreciéndose una foto con ellos.
La primera parada fué sobre una especie de "huella del sol", una especie de agujero superficial sobre la roca, y a unos metros más adelante se encuentra la "roca sagrada", donde los peregrinos la tocaban y recibían su bendición. El tipo señalaba que la roca tenía forma de la cabeza de un puma. Es la zona más sagrada de la isla.

Más adelante, hay una mesa y varias piedras donde se hacían rituales religiosos a través de sacrificios de doncellas y por últmo se pueden ver unas ruinas de la cultura Tiwanako, más antigua que la inca. Dentro de esas ruinas Tiwanako, el guia intentaba explicar que los peregrinos se refrescaban en un manantial sagrado, que ahora es un agujero de agua tapada entre las rocas.
Por último, nos indicó el camino que debíamos tomar para llegar al lado sur de la isla, y desde alli tomar el barco que nos llevaría de nuevo a Copacabana. Dicen que la frontera de Kasani para entrar al Perú cierra a las 19horas. Teníamos que comprar los pasajes a Cusco ese mismo día para llegar mañana a la mañana. Los tiempos bolivianos son otros... nunca se sabe cuando llegás. Según el que dirigía la lancha, llegaríamos a Copacabana a las 18hs.

Desde el centro de la isla, hay dos horas y media de camino de montaña a pie hasta el lado sur, donde se toma la lancha de regreso a Copa. El camino es precioso, la verdad que se lo disfrutó mucho pese a que los 4000msnm se sentían bastante y había viento muy frio. Hay vistas panorámicas por donde mires, y desde lejos se podía apreciar a Puno, una ciudad peruana a orillas del lago Titikaka por donde muy pronto íbamos a pasar con el micro dirigiéndonos a Cusco. Durante el camino comenzaron a aparecer unos tipos con "bonos contribución" para ingresar a sus comunidades. Son Bs5 nomás, pero fueron tres veces que nos cobraban por pasar. La verdad un robo. No se les podía reclamar nada porque parece que ni entienden porqué están cobrando. Quédense tranquilos... nosotros tampoco. Al llegar a la parte sur de la isla teníamos que encontrar una zona llamada "escalera del inca" para asi llegar al muelle. La escalera es hermosa, pero el nombre que le pusieron es puro marketing ajajaja. En fin, alrededor de ella hay arroyitos de agua limpia que le da un encanto al descender al muelle. Hay un pequeño bar y por supuesto, la infaltable cholita con los bonos contribución de Bs5 para ingresar a la isla.

Volviendo a Copa en lancha. Pasamos por una especie de el "lado boliviano de la islas flotantes de los uros peruanos". La lancha paró unos diez minutos y nosotros estabamos muy preocupados por conseguir en el mismo dia los pasajes a Cusco. Por supuesto, para ingresar a la isla flotante había que pagar Bs5. Al volver hemos conseguido los pasajes a Bs80. Salió a las 18hs de Bolivia, y llegaría a Cusco a las 5AM hora peruana. En Perú hay una hora menos respecto a Bolivia. Recomiendo que se queden una noche en la isla. Vale la pena.

La próxima... Cruce de frontera en Kasani, Perú.

09 enero 2009

Copacabana

A la mañana del 9 salimos de Coroico rumbo a Villa Fátima, en La Paz. Desde allí, hay que tomarse un minibus o taxi hacia el Cementerio General. Es casi del otro lado de la ciudad. Hay que hacerlo de mañana porque el transito es caótico.

Al llegar al Cementerio General, enfrente se puede elegir cualquier empresa de transporte que te lleva a Copa. Nos cobraron Bs20 por cabeza. Salimos a las 15 horas. El viaje duraría dos horas y media. El primer tramo te lleva a El Alto y desde allí, tomamos la ruta a Copacabana. Las últimas horas del viaje son pintorescas: el paisaje se va haciendo cada vez más agreste, y la ruta va bordeando el lago Titikaka. En la última hora, hay carretera de montaña, siempre al borde del lago. En un momento se debe desender del autobús y tomarse una lancha por Bs1.50 para cruzar al otro lado del lago. Nos encontramos con un grupo que practicaba danzas folklóricas. En algún momento voy a subir un pequeño video al facebook, si es que la conexión de aca me lo permite.

A medida que se ponía el sol, el paisaje se ponía más lindo con las montañas de fondo y el reflejo del lago. Llegamos a Copacabana y la joda empezaba a sentirse en las calles. Muchos turistas, no sólo argentinos, también de muchas partes del mundo. La gran mayoría a esta altura del mapa enfila al Perú.

Copacabana se destaca por su vida nocturna, sus playas y sus excursiones hacia las Islas del Sol y La Luna. En estas islas fueron donde supuestamente los peregrinos iban a visitar la piedra sagrada del Dios Yanacocha y creó el Dios Sol y la Diosa Luna.En la calle principal hay bares y pub's muy lindos. Nos alojamos en el hostal 6 de agosto por Bs20. No valió la pena. Los baños están sucios y encima no nos atendieron bien.
Paramos en un pequeño restaurante llamado La Posta. Atendido por un argentino. Hay tiendas de artesanías donde se puede regatear, pero no hay mucha diferencia con el Mercado de Las Brujas de La Paz.
En la plaza pricipal se pueden encontrar varios mercados y es la zona de Copacabana donde se mejor se destaca su costado colonial. Vale la pena recorrerla.
Es mejor caer un dia de fin de semana para después quedarse unos días más en Isla del Sol.

La próxima...Isla del Sol.

08 enero 2009

Coroico: vista panorámica de la Bolivia tropical


De La Paz a Coroico.



Para llegar a Coroico desde el centro paceño, se debe tomar un minibus con destino a Villa Fátima, casi en las afueras de la ciudad. Hay que tener un poco de cuidado en esa zona. Hay mucha gente y los turistas son una presa codiciada por los muchachos malvivientes.


El viaje dura alrededor de dos horas y media y son 96km de hermosa carretera con tramos un poco peligrosos por la neblina y los camiones. La ruta es casi paralela al famoso camino de la muerte, donde se pueden realizar excursiones en bici. Quería hacer esa excursión pero los precios son bastante saladitos, asi que lo resigné.
Coroico es una villa turística dentro de la Provincia de Nor Yungas al noreste de La Paz. Sus habitantes tienen la característica de ser descendientes de afrobolivianos que fueron explotados en la época de la colonia y se desplazaron a vivir en las zonas tropicales. Los Yungas es un bosque tropical de transición del altiplano a la Amazonía boliviana. El Parque Nacional Cotapata que flanquea la ruta es uno de los tantos parques que se pueden visitar en la zona. El más importante es el Madidi, donde Laura iba a hacer la excursión a Rurrenabaque junto con 100 argentinos.
Es un clima impredecible; de a ratos llueve, otras veces sólo se nubla y al rato sale el sol. Elegimos el hostal Kory, por Bs50. Tiene una vista al valle increíble. La mayoria de los hostels se encuentran alrededor de la plaza principal. En la oficina de informacion turística me dijeron que hay una caminata de 2 horas y media hasta unas cascadas. Eso lo puede hacer cada uno por su cuenta sin necesidad de un guia turístico.
La verdad que vale la pena este lugar.
saludos!

La próxima... Copacabana.
 
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