30 enero 2009
Salta: fin del alto viaje.
Bien. Llegué a Salta. Última ciudad del recorrido. Después de mucho tiempo llegué a "La linda" . Diferente a la última vez que pasé por ahí. Una terminal de micros preciosa, entre el cerro San Bernardo y el Parque.
Muchísimo calor, pero contento bajé del micro y salí a la calle para buscar alojamiento barato. No hizo falta, el alojamiento vino hacia mí. Un muchacho que tenía mas o menos mi edad, me dió un folletito de "descuento" del hostel, que se encuentra a sólo dos cuadras del Parque. Buenísimo. pileta, jardín, desayuno y habitación a compartir por $25 si presentaba el folleto. En realidad cuesta treinta. No tenía intenciones de quedarme más de un día en esta ciudad pese a que la encontré apetecible para disfrutarla un par de días más.
Compartía la habitación con Ariel, un amante del arte que viajó a Francia, se quedó varios meses y se hizo amigo de Eric, un francés pseudoprofesional de la fotografía apasionado con los paisajes del norte argentino. Otros personajes a destacar son Erez, un israelí que viajó solo por Argentina, y sube a Bolivia, y una chica de Orán que se quedó en Salta unos días para el casting de Operación Triunfo.
No todas las veces tengo la oportunidad de practicar francés con un nativo, así que aproveché. Finalmente me quedé una noche más. Salta me lo pedía a gritos. Dos detalles para que tengan en cuenta: en los bares que están frente a la plaza 9 de julio, siempre hay mendigos molestando a los comensales. Más de lo normal. A cada rato, todo el tiempo. Varios de las mesas vecinas se sentían inseguros.
El segundo día lo aproveché para visitar el Convento de las Carmelitas, con su hermosa puerta de madera tallada. Bien cuidada. Luego, muy cerca de ahí, uno de los íconos de la ciudad: la iglesia de San Francisco, para después entrar a la catedral, la peatonal Alberdi, el punto de reunión de los floggers salteños. Jajaja.
En una de las calles céntricas, cuyo nombre no me acuerdo... había una oficina de Lan. Mi presupuesto podía permitirme ese lujo: me tentó volver en avión a Buenos Aires. Así lo hice al día siguiente. a las 5 de la tarde, hora del oeste, volé a Buenos Aires. La empresa, muy buena. Llegué puntual, después de 1 hora cuarenta de viaje y algunas turbulencias que me hicieron sufrir bastante.
Al llegar al aeroparque y tomar el 37 para ir a casa, ¡Oh sorpresa!aumentaron la tarifa del colectivo. Pfffff. ¡Que lindo volver a casa!
FIN
29 enero 2009
Viajando de Tarija a Salta: lamento boliviano
El taxi terminó llegando 3.30. Al preguntarle al taxista que había sucedido, me contestó que "le dijeron que tenía que llevar a las 3.30 para luego pasar a buscar a otros dos argentinos en el centro de la ciudad. Yo me lo quería comer crudo porque no le creí una sola palabra. Para mi que estaba medio tomado porque tardó bastante en contestarme. Comenzó a llamar a la secretaria que tiene las llaves de la oficina pero no contestaba. Al rato llamó a un compañero suyo que tenía una copia de la llave. Yo seguía preocupado porque no llegaría a tomarme el micro en Aguas Blancas con destino a Salta. Y más sabiendo que la mujer me había dicho que tenía una hora y media de tiempo para hacer los trámites y tomarme el otro micro. Además como se trata de Flechabus tengo sabido que sale puntual. Ademas... tenía que esperar que se llene el taxi para irnos. También eso contribuye a los tiempos bolivianos sean muy diferentes a los normales. Siempre esperar a que se llene el taxi para recien salir. El tiempo promedio no se decirlo, pero sería entre media hora (con suerte) a una hora. A las 4am llegaron dos argentinos diciendo que los tenían que pasar a buscar y nunca llegaron.
No sé a que hora llegamos pero era de día. En el último tramo la ruta bordeaba el rio Bermejo, límite con Argentina en medio de un paisaje de selva tropical y sierras. La mina en la boletería de Tarija me dijo que hay una hora y media de tiempo para que haga los tramites de salida de Bolivia y reingreso a Argentina pero a través del puente, luego debía tomarme un taxi que por ARS2 me llevaría hasta Aguas Blancas, en Salta y desde allí tomarme el micro Flechabus para Salta Capital. Ya era casi sabido que el micro se fué hace rato.
El control aduanero en Bermejo - Aguas Blancas.
Llegué a ver el puente fronterizo pero el taxista pasó de largo. Paró unos metros antes en un puesto de la Policía Nacional para darles la lista de pasajeros. Fué algo rápido. Tenía entendido que me debían sellar el papel que dice que estoy en tránsito en el país. Pero ni me revisaron ni nada. Es mas... nisiquiera me bajé del taxi. Llegamos a Bermejo, la ciudad fronteriza. La más austral de Bolivia, que está frente a Aguas Blancas. Por Bs. 2 crucé por lancha al lado argentino.
Al llegar a la oficina de Flechabus, mostré mi boleto y me atendió un tipo (con fiaca y poca predisposición) era como despertar y hablarle a un santiagueño de su siesta. le dije que el taxi en Tarija se atrasó. Me dijo que ahora tengo que esperar hasta las 12.30. Le pedí el boleto para por lo menos reclamar y en algun momento puedan devolverme la plata. Me dijo que lo tiene que tener para su control. Le dije que como puedo reclamar si no tengo como demostrar que viajé... menos mal que sabia que iba a pasar esto y fotografié los boletos pero salieron poco nítidos. No creo poder hacer nada pero ya esta por publicarse en estos dias en el diario local de Tarija lo sucedido, al igual que el diario de la zona de Aguas Blancas.
Me clavé hasta las 12 30 con mucha bronca y mirando al que me atendió queriendolo comer crudo. Hablando de futbol con sus vecinos (ver foto). Otra señora con tres chicos estaba esperando el mismo micro, pero sin saber si se lo iba a poder tomar ya que le dijeron que había problemas con la disponibilidad de las unidades.
28 enero 2009
La mente puesta en el regreso: último dia en Bolivia en tierra chapaca
Un pueblo humilde pero pintoresco. Entre todas esas casas se destacaba una casa muy lujosa donde el taxista que apenas podía entender su castellano cerrado me comentaba que ahi vive un estadounidense jubilado que se dedica a la importanción de articulos para trabajos en los gasoductos de la zona.
Al enterarse que mi acento no era del lugar, empezó a darme charla. Me costaba muchísimo entenderle pero asentía como siguiendo su conversación.
La Casa Vieja está en el fondo de un camino de tierra. Por lo poco que le entendí al taxista, me dijo que podía esperarme unos diez minutos para sacar unas fotos, hacer una pequeña visita a la producción y volver a Tarija, o que el mismo que "conocía la producción" podía entrar conmigo al viñedo y explicarme el proceso (chamullero).
Al entrar a la casa, nos atendió una chica muy simpática y me invitó a probar los tipos de vinos que se producían en el lugar. No soy experto en vinos pero accedí a probarlos: el blanco, el áspero, el tinto áspero, el cholero (uno de los más fuertes) y los tintos y secos. Sé que he probado más pero no me acuerdo bien los nombres. Con lo poco que le entendía al taxista, creo que me insistía en que sigamos degustando de una jarra. Conosco el nivel de cultura alcohólica que tienen en Bolivia. La idea no era buena y le dije que nos vayamos antes que se baje toda la jarra que miraba con tanto cariño y después tengamos un accidente. Aparte de que no soy un amante de los vinos. La chica al mirar la situación comenzó a reirse y me saqué las últimas fotos. Al volver con este tipo a la ciudad, comenzó a hablarme mucho y a pedirme por favor que si conocía a alguien en Argentina que sepa de buscar gas, y minerales le avise. Su castellano era casi inentendible y muy básico. Trataba de leer sus labios, porque sé que me estaba contando algunas cosas de Tarija, los problemas que tenían, y acerca de un grupo de gente que querían que el departamento vuelva a pertenecer a Argentina. En fin, el tema es que me dejó en la plaza principal. Y llegó la hora de esperar hasta las 3AM para tomarme el taxi a Bermejo, frontera con Argentina y de ahi, el micro a Salta.
27 enero 2009
Tarija, la Andalucía de América
26 enero 2009
Chau Santa Cruz: viaje a Tarija.
Debía ir a una casa de cambio para cambiar un poco más de dinero, y de ahi a la terminal Bimodal (después me enteré que le decían bimodal porque muy cerca de ahí sale el tren al Pantanal) que como ya he comentado, está en el tercer anillo.
Jaquelin sale del trabajo 12.30hs, y me iba a acompañar hasta las 14.30hs porque tenía que volver a sus obligaciones. Ya era de tarde y las casas de cambio cerraban después del mediodía. En los alrededores de la plaza hay algunos "arbolitos" que están siempre dispuestos a cambiarle dinero a los colgados como yo. Me ofrecía a Bs. 1.95. ¡Bien!. Menos mal que tenía a una contadora (Jaquelin) que sabía detectar billetes falsos. En Bolivia circulan unos cuantos. Eso me dijo también un farmacéutico que revisó y recontrarevisó la veracidad de mi billete cuando fuí a comprar un shampoo y no me acuerdo que cosas más.
La despedida de Santa Cruz y el viaje.
Al llegar a la Terminal, enseguida empezamos a buscar el transporte que me llevaría a Tarija. El panorama era mas o menos parecido al resto de las terminales del país: gente en las boleterías gritando los destinos y desesperados por venderte un pasaje.
Había dos o tres empresas que ofrecían Tarija y los precios rondaban entre los Bs90 y Bs100. Todos salían entre las 17 y 18.30hs. Le pregunté a la mujer que me vendió el pasaje cuantas horas son y me dijo "18 horas". MMM ... no puede ser. Según el mapa rutero que me dieron en la FIT el año pasado, el camino es llano y pavimentado. Es más, Laura me había contado que buena parte de la ruta en Santa Cruz está en buen estado. ¿tan lejos es?. En fin, otra vez mi mente se resignaba a otra aventura en caminos de ripio, y cosas así. Jaquelín tenía que volverse a las 14.30hs y nos despedimos finalmente. Una mina genial, gracias por todo. Caminé por la terminal de una punta a la otra, idiotizado con la estructura del edificio y me llamó la atención que en el mismo lugar venden los pasajes en tren hasta la frontera con Brasil. El famoso "tren de la muerte". ¡Que tentador estaba viajar en uno de esos trenes!. Lastima que salen tres veces por semana. Otra vez será.
No sabía que hacer para hacer tiempo... tenía cuatro horas de sobra. Me dediqué a actualizar el blog, luego intenté salir de la terminal para caminar por los alrededores. Uffff... era tanto el calor que hacía que me metí de nuevo. Hace muchísimo tiempo que no sentía semejante temperatura en el ambiente.
Al llegar la hora de partir, me acordé de algo que me dijo Jaquelín en broma: "mira si te toca viajar en el fondo con una señora con muchos hijos". El último lugar disponible que tenían para venderme era el fondo. Pero ¿quienes viajarían al lado mío? Efectivamente, mi asiento estaba en el fondo del lado de la ventanilla derecha mirando adelante, al lado mío un señor, al lado de éste... una señora con un hijo de aproximadamente 8 años que viajó parado, y al lado de esta señora... Pufff otra señora pero con tres hijos pequeños. Estaba un poco fastidiado realmente: dentro del micro, pese a que estaba en buenas condiciones, hacía muchísimo calor, el micro tardaba en salir (como siempre pasó), y la señora esta con sus tres hermosos vástagos que la estaban volviendo loca. "¿18 horas viajando así?", pensé.
Creo que terminamos saliendo a las 19:30, una hora después de lo estipulado, pese a que la mujer que me vendió me dijo que tengo que estar "una hora antes". Creo que se llama "Expreso Tarija". No tengo porqué quejarme: el estado del micro era bueno, y parece que dentro de la política de la empresa tienen el objetivo de salir mas o menos a horario.
El sol estaba empezando a caer y el micro dejaba la ciudad lentamente ya que en los alrededores del aeropuerto había bastante transito. Paró un par de veces en dos localidades muy humildes de los alrededores de la ciudad. En esas ocaciones se subían las mujeres para vender pollo, frutas, y refrescos. El premio máximo se lo llevó un tipo bien vestido y de raza blanca que vendía cosas de esas que se venden por Sprayette. Desde que salimos de la terminal hasta 40 0 45 minutos después, no paró de hablar de las cosas que vendía. Yo quería que se calle y cada vez que una mujer le compraba decía que "ella si entendía de las bondades del producto".
Ultima parte del viaje a Tarija: Un accidente frontal contra una camioneta.
Gran parte del viaje fué sobre ruta asfaltada. Se pueden ver campos, mucha vegetación y pequeñas sierras cubiertas de bosques. Hasta que llegada la madrugada... Adivinen... si... volvemos a lo mismo: caminos de tierra, precipicios y cosas así. Fué durante todo el resto del viaje desde la madrugada hasta las nueve o diez de la mañana, hora de llegada. Por supuesto no pude pegar un ojo y menos mal que los chiquitines estaban mas o menos callados.
Al amanecer ya se podía notar en el ambiente que el calor era seco y agradable. Estábamos de nuevo en paisaje serrano muy pintoresco. Buena parte de los caminos estaban en condiciones regulares pero se contrastaban con un paisaje precioso de campos, valles y ranchitos. Todo indicaría que ya estaba en Tarija. ´
Muchas partes del camino fueron escenarios de derrumbes. Se podían ver rocas esparcidas por el camino en todo el trayecto. Hubo una zona de montaña donde había bastante transito. Me parecía extraño que el micro no tocara la bocina metros antes de dar una curva cerrada para avisar al que viene de frente que había otro vehículo cerca. En una subida muy empinada pasó lo que tenía que pasar. Tuvimos un choque contra una camioneta. Estuvimos 10 o 20 minutos parados, y de atras se podía divisar el camino que recorrimos a dos camiones que se aproximaban. "Acá va a haber quilombo..." me dije. Pero no sucedió nada. Continuamos recorrido y veía que están asfaltando la ruta. Dicen que a cierto horario se cierra el camino para seguir con los trabajos y si nos atrasamos, estaríamos toda la mañana y parte de la tarde esperando a que se abra de nuevo. Para mi sorpresa, llegué a alrededor de las 10 de la mañana a Tarija. No sè porque me dijeron 18.
25 enero 2009
Samaipata: anteúltimo día en Santa Cruz... ¡a las apuradas!
Es un día soleado y caluroso. Quinta Piray está arriba y hay que caminar cerca de 15 cuadras para llegar a la plaza principal. Nos topamos con un pintoresco mercado. No vendìan cosas de otro mundo: frutas, verduras, y algún que otro objeto de la canasta básica que no puede faltar en ningún hogar (o no debería faltar... sin embargo falta).
Hay una zona en el lado del río donde se pueden contratar excursiones pero por ser domingo y día de votación. Estaban cerradas.
¿En presencia de otra trampa turística o costumbre local?
La recepcionista nos preguntó varias veces a que hora nos iríamos, ya que según ella y la versión de los taxistas, tal vez a la tarde no consigamos como volver por "el tema de las elecciones".
MMM... Su versión sonó demasiado insistente, como queriendo que nos tomemos el taxi ¡ya!. Ese verso ya lo conocía, además una historia similar había leído en otros blogs de viajes por Bolivia. Todos dicen que ya sale ya sale y terminan yendose 40 minutos después. El obvio negocio de llenar taxis lo más rápido posible para ganarse el día domingo y volver a casa temprano. Está todo muy desorganizado, y es todo al instante.
Después de almorzar, fuimos a la parada de taxis. Había un grupo de tacheros que estaban esperando clientes. Inocentemente preguntamos a uno de ellos hasta que hora salía el último taxi. Ninguno solía responder con certeza: "No lo sé... a las 14hs sale el último". "No ... no... el último es éste". "No lo sé. Tómenselo lo antes posible porque ya sale, ya sale el último". Pufff. Ese tipo de actitudes ya empezaban a irritarme un poco.
Al llegar a Quinta Piray. La señora nos volvió a insistir que el último ¡sale ya! y que si nosotros queríamos, podemos hacer que nos pasen a buscar ahí mismo ya que su hija iba también a Santa Cruz. Claro... faltaba que se llene el taxi con dos giles más y nos vino a apurar a nosotros.
Definitivamente Samaipata no está preparada para pasar un fin de semana. Es decir... si yo fuera un cruceño que quiere escaparse de la rutina por un par de días, no elegiría ese precioso lugar. Hay un solo medio de transporte y que hace lo que quiere con los horarios y los turistas tienen que andar adivinando sus horarios. Hemos salido a las 16horas en una de esas combis japonesas muy lujosas. Todavía es muy de día.
En el camino ya empezaba a escucharse los primeros supuestos resultados de las elecciones. A medida que ibamos llegando a Santa Cruz, el SI ya estaba definido en tres departamentos. De cualquier manera al llegar a la ciudad, en la plaza principal la gente festejaba que el NO ganó en Santa Cruz, y que "los demás departamentos se equivocaron al votar la propuesta de Evo Morales".
Es la última noche que me quedaría en esta ciudad, y con Jaquelin decidimos ir a la zona de El Cristo. Donde se manifiesta la gente cuando suceden acontecimientos populares. Hay varios locales gastronómicos interesantes. Es una zona residencial donde el transito es terrible y nadie respeta nada. No muy diferente a Buenos Aires ¿eh?. Con la diferencia que no te insultan ni te tocan muchas bocinas. Simplemente te pasan por arriba sin avisarte. Jajaajaja.
Después de las pizzas en el puesto callejero de Benito en Sucre, estas pizzas del Cristo fueron las mejores que probé en Bolivia. El lugar exacto se llama "Hot Burger". También estaba en el menú el infaltable "pollo a la broaster": frito, y con una masa medio rara. Todavía quedé algo alterado por la salida brusca de Samaipata. Durante ese viaje de vuelta de tres horas quedé pensando en lo que realmente sucedió. Porqué la necesidad de apurar...
Mañana... el viaje a Tarija
24 enero 2009
Llegada a Samaipata: cerca del Vallegrande
23 enero 2009
Aires tropicales en Santa Cruz de la Sierra
22 enero 2009
Ultimos dias de la travesía: esta vez de Sucre a Santa Cruz de la Sierra...solo.
Tenía la intención de ir caminando desde el centro hasta la terminal terrestre para comprar mi pasaje. Con mapa en mano me metí en la aventura. Parecía fácil llegar, tan fácil que me perdí. Me metí en una zona llamada "Mercado Negro". Una gran feria donde se vende todo tipo de cosas y parecía complicado en cuestiones de transito y seguridad. Es atrás del Estadio Olímpico que están construyendo para los Juegos Bolivarianos de este año. Tengo varias expectativas sobre Santa Cruz: mucho verde, mujeres bonitas, otra Bolivia, otro clima, otros paisajes, otros olores... otras cosas. Intenté salir de ese lugar para retomar camino a la terminal pero no lo logré, y ya eran casi las 14hs. No me animé a sacar fotos del lugar. Mi camara está bien guardada en el bolsillo. Me terminé tomando uno de esos minibuses japoneses. No se porqué motivo pero todos los micros con destino a Santa Cruz de la Sierra parten a las 16horas. No hay elección de horarios. ¿Cómo será la gente con quienes voy a compartir el viaje?. ¿Serán diferentes a los que transitan por las rutas altiplánicas occidentales?¿Qué nuevos olores me esperarán para aguantar en el camino? ¿Qué música pasaran para amenizar el trayecto? ¿¿otra vez cumbia??¿el conductor tomará chicha, Paceña o la Potosina? Muchas preguntas, sin tiempo para contestarlas.
El transito de Sucre es terrible en la zona de Mercado Negro. Hay cerca de 26 cuadras hasta la zona del mercado Central de la Ciudad, donde enfrente me alojaba con los chicos. Me arriesgué a tomar de nuevo un minibús para buscar mis cosas y despedirme de mis compañeros. Terminé llegando a las 15, donde en la recepción me encontré con Tincho. Le dije que me iba ya mismo. Por supuesto, ya no daba para ir de nuevo en minibús a la terminal. Compartimos un mate con otro argentino que se alojaba ahi. Le comenté de mis próximos destinos: Santa Cruz y Tarija. Y me contestó de una manera que no me extrañó: "aaa... lindas mujeres por ahí". Este muchacho ya sería la persona número 4 que me diría lo mismo.
Nos tomamos una foto de despedida y Tincho me acompañó hasta la parada de taxis. Una nueva etapa del viaje comenzaba: viajar solo. No me molesta ni me aburre... al contrario, me gusta. Lo disfruto mucho y me hace sentir libre.
En camino de Sucre a Santa Cruz de la Sierra
Como es de costumbre, el micro nunca sale a horario. Creo que este viaje lo comparo con la famosa historieta de El Eternauta: solo, sin nadie de tu especie alrededor tuyo. jaja. Es decir, ningún argento a la vista viajando en el mismo micro. El único perro verde ahí es uno mismo. En ningún momento oí hablar castellano. Sólo aymará y quien sabe que otro idioma originario. Me tocó estar sentado al lado de un hombre muy agradable. Me cayó bien de entrada pese a que entendía poco lo que le decía. Cada tanto me hacía comentarios acerca del viaje: "Uuuu parece que va a llover". Yo asentía, y seguía tranquilo que el camino sea normal... es decir: pavimentado y sin tantos caminos de cornisa. Hasta que en un momento... si... se terminó todo; volvemos a lo mismo: ripio, nuevos olores, lluvia, y precipicios. Los compañeros infaltables en cualquier viaje a través de este hermoso país.
En mi mapa de carreteras de Bolivia no figuraban caminos de montaña para este trayecto. Le pregunté a mi vecino de viaje si todo el camino sería así y me contestó sonriendo y asintiendo: "eehh... sí... sí... jajaja". Yo no sé si estaba disfrutando de la situación que un extranjero no está acostumbrado a esta clase de caminos o lo hizo por gesto amable o actitud sumisa. Cosa que vimos repetir en varios lugares que recorrimos cuando un blanco hablaba con un lugareño.
Pasaba el tiempo, se hacía de noche y sentía varios olores: comida, poca higiene entre varios etcéteras. Paramos en un pueblo cuyo nombre no me acuedo. 30 minutos para cenar. Por supuesto, era todo frito y seguía con el temor de que mi hígado me juege una mala pasada. Bajé del micro y me encontré con varios puestos de comida en la calle. Fuí a estirar las piernas por la cuadra, entré a chusmear por los restaurantes y vi a dos argentinos autoflagelándose con la comida de ahí.
Hizo bastante frio en la noche. En los micros del país, no existe el aire acondicionado. Mi buen compañero de viaje me ofreció su frazada para taparnos juntos.
A la mañana, ya veía las características de una región tropical: sierras bajas, mucha vegetación, calor, algunas palmeras y la gente más floja de ropas. Santa Cruz parece muy grande. Los alrededores son de casas bajas, muchas muy pobres, caminos de tierra y las veredas cubiertas de vegetación. Llegamos a una ciudad llamada La Guardia. Está bien cuidada y la flanquea un parque industrial. Después de Santa Cruz, me enteré que La Guardia es la segunda ciudad más importante en número de habitantes.
Llegué a Santa Cruz de la Sierra alrededor de las 9 de la mañana... con mucho calor.
21 enero 2009
Sucre: parte II
19 enero 2009
Recorriendo Sucre: la cuna de la libertad americana
18 enero 2009
De Potosí a Sucre: tres horas de viaje separando realidades sociales e históricas
17 enero 2009
Viaje de Cusco a Potosí
14 enero 2009
Llegada a Machupicchu y una noche más en Aguascalientes
Nos despertaron a las 4 AM, después de una caminata el día anterior que nos dejó cansadísimos. Terminamos saliendo 4.40AM, y ya era tarde. Desde Aguascalientes hasta la entrada hay dos horas de camino en subida. Existe un minibús desde el pueblo que por USD6 te lleva hasta hasta arriba, pero... ¿vale la pena gastar más de $20 por un transporte que dura 10 minutos?
Llegamos a las 6 AM y ya había una fila de 50 metros de gente. Argentinos, brasileños, chilenos, colombianos, alemanes, y estadounidenses. Al ingresar con los chicos, los perdí de vista enseguida y de ahi empezé a hacer la mía con mi cámara cuya pantalla quedó arruinada producto de algún golpe con las piedras de las vías en la noche camino al pueblo. ¡Justo ahora se tenía que arruinar! Comprobé que el disparador funcionaba bien, y que podía sacar fotos normalmente pero sin saber si apunté bien. A partir de ahora, todo debía ser a ojímetro o a ciegas. Las enseñanzas de Noe, mi compañera de trabajo acerca del uso de la cámara ya no servirían.
En el Parque.
Recorrí todo el parque, había algunas personas. Todo era en subida para tener las mejores vistas. Y yo protestando por dentro con el asunto de mi cámara que tiene apenas 4 meses y ya se rompió. Una foto por aquí, otra por allá. Reconociendo los lugares y sitios sagrados que he leído mientras estudiaba en la facultad. Todo estaba ahí. Un par de horas más tarde encontré a los chicos. Lograron estar entre los 500 admitidos por día para ascender al Waina Picchu donde se puede tener una vista panorámica de las ruinas. Yo estaba muy cansado por la caminata de ayer y ya había dicho que no iba a subir. El ascenso y descenso dura 2 horas. Los esperé abajo y me puse a recorrer otros lugares del parque.
Filmé a ciegas a una alpaca bebé, que estaba muy quieta como queriendo ser filmada. Al volver para reencontrarme con los chicos que volvían del Waina Picchu, me crucé con un tipo muy parecido a Luis D'Elia. Pero tenía muchas dudas si era el, hasta que unos pibes de Buenos Aires que rondaban por ahi, lo saludaron y confirmé que era el cuando empezé a oir su voz. Mi ataque de cholulismo me obligó a sacarme una foto con el, pese a que no coincido en nada con su accionar en la vida política argentina. Me presentó a su mujer, y me dijo que están en viaje de bodas de plata.
Valió la pena quedarse en Aguascalientes
Más tarde empezó a llover, y los chicos ya estaban volviendo del Waina Picchu. Cansadísimos. Uno de ellos no llegó. Dimos una última recorrida, nos cruzamos con las tucumanas. Ya teníamos que pensar en volver ese mismo día al Cusco para que el próximo día vayamos a Potosí. A la salida nos cruzamos con Gustavo. Parecía que era bastante tarde para volver. Le dimos una oportunidad al pueblito que parecía poco atractivo. Un policía nos dijo que podemos ir a las aguas termales que están al cruzar un puente. Muy buena onda la poli de Aguascalientes. Nos sacamos una foto con el, por supuesto. Las aguas están al lado del Vilcanota. Ya era de noche, y comenzó a llover de nuevo. Por S./10 y el alquiler de una bermuda de S./2 nos metimos a las aguas que darían un alivio a nuestros pies de tanto caminar en estos dias. Uffff!. Ya a las 21 horas empezaron a echarnos cuando empezó a bajar el nivel del agua.
Al otro día... volvíamos a Cusco por Santa María-Santa Teresa.
13 enero 2009
Camino al Machupicchu
Al llegar a Ollanta, nos tomamos una foto con el taxista, (como es de costumbre) y seguimos camino hasta unas rejas donde termina la estación. Como era de imaginar, no nos permitieron pasar para caminar sobre las vías. Pero los lugareños nos indicaron un camino paralelo hasta el km 82 y emprendimos la marcha. En Ollanta estamos en el km 62 aproximadamente. Las vías siempre van paralelas al rio Urubamba, que más adelante se transformaría en el Vilcanota. En el camino se nos arrimó una camioneta con unos canadienses ofreciéndonos acercarnos hasta el km 82. Luego unos lugareños hicieron lo mismo pero nos advirtieron que el camino es muy peligroso y a veces es imposible escuchar el sonido del tren porque el ruido del rio no deja oír las bocinas.
11 enero 2009
Primeras vistas de Cusco
Llegada a Cusco: mi dni en "mal estado" superó con sufrimiento la segunda prueba de fuego
10 enero 2009
Isla del Sol: hermosa por donde la mires... pero prepará tu bolsillo!
Al llegar a la isla, apareció un lugareño con la camiseta de la selección argentina que apenas hablaba castellano. y nos iba a guiar por la isla.
Recomiendo que te fijes bien que ticket de lancha vas a comprar porque en la isla te COBRAN TODO. Desde el punto de vista turístico, la verdad que me desilusionó. Te cobran por todo, el guía apuraba y apuraba, y nunca avisan lo que van a cobrar: Bs5 por ahí, otros Bs5 por allá, y apenas se entendía lo que decía. La verdad una lástima. El circuito está bien diseñado, pero los precios son irracionales y todo el tiempo dicen "que tenemos que pagar".
Al comienzo de la "guiada", empezó con hacernos pagar Bs10 para ingresar al centro de interpretación. La "guiada" comenzaba desde la parte norte de la isla hasta el centro de la isla. A cada rato preguntaba si habíamos pagado porque después iba a haber control. Parece muy interesante, lástima que daba la sensación que sabía más yo que el acerca de lo que había en la isla. Pasamos por una hermosa playa y en todos lados se oía acento argentino. Ascendimos y comezaron a aparecer en el camino los primeros vendedores: chicos vendiendo piedritas u ofreciéndose una foto con ellos.
La primera parada fué sobre una especie de "huella del sol", una especie de agujero superficial sobre la roca, y a unos metros más adelante se encuentra la "roca sagrada", donde los peregrinos la tocaban y recibían su bendición. El tipo señalaba que la roca tenía forma de la cabeza de un puma. Es la zona más sagrada de la isla.
Más adelante, hay una mesa y varias piedras donde se hacían rituales religiosos a través de sacrificios de doncellas y por últmo se pueden ver unas ruinas de la cultura Tiwanako, más antigua que la inca. Dentro de esas ruinas Tiwanako, el guia intentaba explicar que los peregrinos se refrescaban en un manantial sagrado, que ahora es un agujero de agua tapada entre las rocas.
Por último, nos indicó el camino que debíamos tomar para llegar al lado sur de la isla, y desde alli tomar el barco que nos llevaría de nuevo a Copacabana. Dicen que la frontera de Kasani para entrar al Perú cierra a las 19horas. Teníamos que comprar los pasajes a Cusco ese mismo día para llegar mañana a la mañana. Los tiempos bolivianos son otros... nunca se sabe cuando llegás. Según el que dirigía la lancha, llegaríamos a Copacabana a las 18hs.
Desde el centro de la isla, hay dos horas y media de camino de montaña a pie hasta el lado sur, donde se toma la lancha de regreso a Copa. El camino es precioso, la verdad que se lo disfrutó mucho pese a que los 4000msnm se sentían bastante y había viento muy frio. Hay vistas panorámicas por donde mires, y desde lejos se podía apreciar a Puno, una ciudad peruana a orillas del lago Titikaka por donde muy pronto íbamos a pasar con el micro dirigiéndonos a Cusco. Durante el camino comenzaron a aparecer unos tipos con "bonos contribución" para ingresar a sus comunidades. Son Bs5 nomás, pero fueron tres veces que nos cobraban por pasar. La verdad un robo. No se les podía reclamar nada porque parece que ni entienden porqué están cobrando. Quédense tranquilos... nosotros tampoco. Al llegar a la parte sur de la isla teníamos que encontrar una zona llamada "escalera del inca" para asi llegar al muelle. La escalera es hermosa, pero el nombre que le pusieron es puro marketing ajajaja. En fin, alrededor de ella hay arroyitos de agua limpia que le da un encanto al descender al muelle. Hay un pequeño bar y por supuesto, la infaltable cholita con los bonos contribución de Bs5 para ingresar a la isla.
Volviendo a Copa en lancha. Pasamos por una especie de el "lado boliviano de la islas flotantes de los uros peruanos". La lancha paró unos diez minutos y nosotros estabamos muy preocupados por conseguir en el mismo dia los pasajes a Cusco. Por supuesto, para ingresar a la isla flotante había que pagar Bs5. Al volver hemos conseguido los pasajes a Bs80. Salió a las 18hs de Bolivia, y llegaría a Cusco a las 5AM hora peruana. En Perú hay una hora menos respecto a Bolivia. Recomiendo que se queden una noche en la isla. Vale la pena.
La próxima... Cruce de frontera en Kasani, Perú.
09 enero 2009
Copacabana
Al llegar al Cementerio General, enfrente se puede elegir cualquier empresa de transporte que te lleva a Copa. Nos cobraron Bs20 por cabeza. Salimos a las 15 horas. El viaje duraría dos horas y media. El primer tramo te lleva a El Alto y desde allí, tomamos la ruta a Copacabana. Las últimas horas del viaje son pintorescas: el paisaje se va haciendo cada vez más agreste, y la ruta va bordeando el lago Titikaka. En la última hora, hay carretera de montaña, siempre al borde del lago. En un momento se debe desender del autobús y tomarse una lancha por Bs1.50 para cruzar al otro lado del lago. Nos encontramos con un grupo que practicaba danzas folklóricas. En algún momento voy a subir un pequeño video al facebook, si es que la conexión de aca me lo permite.
A medida que se ponía el sol, el paisaje se ponía más lindo con las montañas de fondo y el reflejo del lago. Llegamos a Copacabana y la joda empezaba a sentirse en las calles. Muchos turistas, no sólo argentinos, también de muchas partes del mundo. La gran mayoría a esta altura del mapa enfila al Perú.
Copacabana se destaca por su vida nocturna, sus playas y sus excursiones hacia las Islas del Sol y La Luna. En estas islas fueron donde supuestamente los peregrinos iban a visitar la piedra sagrada del Dios Yanacocha y creó el Dios Sol y la Diosa Luna.En la calle principal hay bares y pub's muy lindos. Nos alojamos en el hostal 6 de agosto por Bs20. No valió la pena. Los baños están sucios y encima no nos atendieron bien.
Paramos en un pequeño restaurante llamado La Posta. Atendido por un argentino. Hay tiendas de artesanías donde se puede regatear, pero no hay mucha diferencia con el Mercado de Las Brujas de La Paz.
En la plaza pricipal se pueden encontrar varios mercados y es la zona de Copacabana donde se mejor se destaca su costado colonial. Vale la pena recorrerla.
Es mejor caer un dia de fin de semana para después quedarse unos días más en Isla del Sol.
La próxima...Isla del Sol.
08 enero 2009
Coroico: vista panorámica de la Bolivia tropical
La próxima... Copacabana.