30 enero 2009

Salta: fin del alto viaje.


Bien. Llegué a Salta. Última ciudad del recorrido. Después de mucho tiempo llegué a "La linda" . Diferente a la última vez que pasé por ahí. Una terminal de micros preciosa, entre el cerro San Bernardo y el Parque.
Muchísimo calor, pero contento bajé del micro y salí a la calle para buscar alojamiento barato. No hizo falta, el alojamiento vino hacia mí. Un muchacho que tenía mas o menos mi edad, me dió un folletito de "descuento" del hostel, que se encuentra a sólo dos cuadras del Parque. Buenísimo. pileta, jardín, desayuno y habitación a compartir por $25 si presentaba el folleto. En realidad cuesta treinta. No tenía intenciones de quedarme más de un día en esta ciudad pese a que la encontré apetecible para disfrutarla un par de días más.
Compartía la habitación con Ariel, un amante del arte que viajó a Francia, se quedó varios meses y se hizo amigo de Eric, un francés pseudoprofesional de la fotografía apasionado con los paisajes del norte argentino. Otros personajes a destacar son Erez, un israelí que viajó solo por Argentina, y sube a Bolivia, y una chica de Orán que se quedó en Salta unos días para el casting de Operación Triunfo.
No todas las veces tengo la oportunidad de practicar francés con un nativo, así que aproveché. Finalmente me quedé una noche más. Salta me lo pedía a gritos. Dos detalles para que tengan en cuenta: en los bares que están frente a la plaza 9 de julio, siempre hay mendigos molestando a los comensales. Más de lo normal. A cada rato, todo el tiempo. Varios de las mesas vecinas se sentían inseguros.
El segundo día lo aproveché para visitar el Convento de las Carmelitas, con su hermosa puerta de madera tallada. Bien cuidada. Luego, muy cerca de ahí, uno de los íconos de la ciudad: la iglesia de San Francisco, para después entrar a la catedral, la peatonal Alberdi, el punto de reunión de los floggers salteños. Jajaja.
En una de las calles céntricas, cuyo nombre no me acuerdo... había una oficina de Lan. Mi presupuesto podía permitirme ese lujo: me tentó volver en avión a Buenos Aires. Así lo hice al día siguiente. a las 5 de la tarde, hora del oeste, volé a Buenos Aires. La empresa, muy buena. Llegué puntual, después de 1 hora cuarenta de viaje y algunas turbulencias que me hicieron sufrir bastante.
Al llegar al aeroparque y tomar el 37 para ir a casa, ¡Oh sorpresa!aumentaron la tarifa del colectivo. Pfffff. ¡Que lindo volver a casa!

FIN

3 comentarios - Deje su comentario:

RG Romo dijo...

que interesante me parecio el viaje, ademas tu manera de contarlo tan detalladamente es muy agradable que logras generar un deseo de ir a conocer el lugar

Marcelo Daniel dijo...

Muchas gracias Ruben.

El viaje fué un éxito pese a un par de detalles que no me tomaron de sorpresa gracias a la información previa que había recolectado acerca de la situación política de Bolivia, y las costumbres de estos dos países.

Santiago dijo...

al parecer tuvieron un viaje inolvidable, es una provincia divina como todas las otras que tiene Argentina. yo este verano fui a Buenos Aires, también disfruté mucho, recorrí museos, fui a conocer un restaurante en belgrano que me habían recomendado, pasee por san telmo y bares de palermo.. cada viaje es un mundo, obviamente el fin es disfrutar al máximo

 
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